La palabra poliéster deriva del inglés polyester. La utilizamos para referirnos a una resina que se denomina polímero y surge de la polimerización del estireno, un hidrocarburo y de otros elementos químicos. Su característica principal es que es un material muy resistente a los diversos agentes químicos y también a la humedad. Se emplea para fabricar una variada gama de productos.
El poliéster es uno de los productos derivados del petróleo
Se trata pues de una resina blanda derivada del petróleo y de la que existen múltiples variantes. De ellas la más conocida y empleada es la denominada PET. Hoy en día sus fibras se utilizan para fabricar diversas prendas, sobre todo, de tipo deportivo.
Como plástico que es, el PET (politereftalato de etileno) se emplea también en muchas otras industrias como las de las botellas y recipientes variados. Se trata de un material muy resistente al calor y también a la corrosión. Puede ser mezclado con diferentes sustancias con el fin de variar sus propiedades. Dado que está permitido su uso en la industria alimentaria es fácil que se emplee en los diferentes recipientes. Además es un material reciclable bien a través de procesos químicos o mecánicos.
Un material que comenzó a usarse en el mundo textil a mediados del s.XX
Aunque fue el poliéster fue descubierto en el año 1830, hasta el año 1941 no se produjo su llegada a la industria textil con la finalidad de fabricar telas. En Norteamérica fue toda una revolución en el año 1951, donde los medios lo presentaron al público general como un tipo de tela que no había que planchar, dando origen a los productos denominados wash-and-wear (lavar y usar). Pero, no todo eran beneficios pues pronto se descubrió que algunas personas eran alérgicas y para otras su tacto era desagradable.
A la hora de fabricar tejidos tiene una serie de propiedades que le hacen destacar entre otros materiales el principal es su precio, ya que es un material que resulta muy económico. Además, es muy ligero, no se arruga y soporta muy bien la humedad lo que ayuda a que seque muy rápido. También es un material que sobresale por su elasticidad y resistencia tanto a la abrasión como a la decoloración, a las bacterias y los mohos, a las altas temperaturas, a la acción de los rayos UVA, etc.
Se siguen investigando los usos del poliéster
El poliéster aguanta muy bien algunos tintes, sin embargo no los que son solubles al agua. También es muy fácil de combinar con otro tipo de tejidos. Se emplea especialmente en el campo de la sublimación, es decir, a la hora de realizar labores de personalización de la ropa.
Las microfibras son una de las más recientes innovaciones que se han producido en el campo del poliéster. Son un logro pues nos permiten obtener telas muy ligeras, suaves y agradables al tacto y muy duraderas.
En general, todas las telas compuestas principalmente por poliéster son también muy resistentes a la suciedad, eso sí tiene una carga electroestática muy alta.
El poliéster es un material conflictivo para el medioambiente
El poliéster es la fibra sintética más extendida que suele presentarse en oposición al algodón que es la fibra natural más utilizada. Su mercado viene a significar el 50% de las fibras utilizadas, pero también son bastantes los aspectos negativos que se presentan de su utilización.
No olvidemos que el poliéster es uno de los productos derivados del petróleo, por lo tanto en contacto con la piel no permite que esta respire como debería. Una prenda que esté fabricada mitad con algodón mitad con poliéster será transpirable solo el 50%. Esto significa que cuando llevamos prendas de poliéster se produce un efecto sauna que nos hace sudar más y oler peor. Las personas con problemas de piel o simplemente con pieles sensibles y delicadas pueden sufrir efectos perjudiciales a causa del uso del poliéster, por ejemplo, picores, irritaciones, eccemas, etc. Además su acumulación de electricidad estática hace que emitamos descargas sin poder controlarlo.
Pero las desventajas del poliéster van más allá, especialmente si nos centramos en el aspecto medioambiental. Al tratarse de un plástico derivado del petróleo no es un material biodegradable. A ello hay que sumar el problema de los microplásticos y su impacto en la naturaleza, especialmente en los mares y océanos. A estas alturas casi todos tenemos constancia del problema que suponen los plásticos para la fauna marina especialmente y del impacto que esto también revierte en nuestra salud.
Para ir más lejos, a pesar de ser un material que resulta muy económico para producirlo se requiere el doble de energía que para el algodón convencional y cuatro veces más que para el algodón de tipo orgánico.
Investigadores de la Universidad Rovira i Virgili, analizaron casi 150 prendas de ropa comprada en diferentes establecimientos y fabricadas en poliéster. Descubrieron que algunas de las piezas contenían cantidades superiores a las permitidas en un metal como es el antinomio. Este se emplea en la fabricación de las fibras de poliéster. Este material en contacto continuado de la piel puede acarrear diversos problemas, además de estar considerado como uno de los metales posiblemente cancerígenos por la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer.
La importancia de nuestras decisiones como consumidores
Desde luego debemos tener presente que las tendencias del mercado al final las marcamos los consumidores con nuestros hábitos de compra. Ya se han realizado estudios que determinan que el uso continuado de prendas de poliéster puede causar efectos perjudiciales en nuestra salud.
Además también descubrieron la presencia de otros metales cuya influencia sobre el organismo aún está por determinar.
En definitiva, podemos considerar el poliéster como un material muy versátil, económico y flexible. Pero a la hora de la verdad, hoy en día tenemos que ser conscientes y valorar si merece la pena el impacto medioambiental y sobre nuestra salud que puede tener su uso continuado.
Como consumidores somos los responsables de valorar el impacto de los productos que utilizamos y de marcar la tendencia hacia productos y materiales que sean más sostenibles y respetuosos con el medioambiente.