El presidente del Gobierno de Ceuta, Juan Vivas (PP), prohibirá desde la medianoche de este lunes los viajes entre la ciudad autónoma y la Península Ibérica hasta el 23 de noviembre de forma continuada y adelantará la entrada en vigor del toque de queda nocturno a las 22,00 horas, pero su consejero de Sanidad, Javier Guerrero, ha descartado la imposición de restricciones adicionales al sector hostelero porque, según ha subrayado, en ese ámbito solo se genera «el 0,38% de los contagios».
Después de que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, rechazase la petición del Ejecutivo autonómico de ordenar un confinamiento domiciliario «similar» al de primavera y de ordenar el cierre perimetral de la ciudad solo los fines de semana durante la primera quincena del segundo estado de alarma, Vivas ha decidido también restringir a cuatro personas el número máximo de no convivientes que podrán reunirse en cualquier espacio público o privado desde este lunes y durante 15 días.
El Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa) ha informado este domingo de la confirmación de 18 nuevos positivos en la ciudad, con lo que el número de casos activos en Ceuta se sitúa en 624 con 34 hospitalizados (siete en la UCI, otros tantos en urgencias y 20 en planta. Durante las últimas 24 horas se han producido tres fallecimientos de pacientes internados en el Hospital Universitario, con lo que las víctimas mortales atribuidas a la pandemia ya se elevan a 36, el 90% desde finales de agosto.
La incidencia local acumulada de positivos durante los últimos 14 días por 100.000 habitantes roza el millar y Ceuta supera «todos» los indicadores establecidos por el Consejo Interterritorial de Salud para considerar a una región como de «riesgo extremo».
Según el consejero de Sanidad del Ejecutivo local, la ciudad ha alcanzado un nivel de transmisión comunitaria «sostenido» en el que «todo el mundo se contagia en todos los sitios», pero ha descartado el cierre de actividades no esenciales como las hosteleros porque, tal y como ha resaltado, en ese ámbito solo se registra «el 0,38% de los contagios» y para no «criminalizar» a bares y restaurantes.
Las autoridades sanitarias mantienen actualmente en aislamiento como positivos, contactos estrechos o sospechosos de haber contraído la Covid-19 a alrededor de 2.500 residentes en la ciudad, entre ellos más de 1.700 docentes y estudiantes.
La Ciudad Autónoma prevé poner en marcha durante la próxima semana un ‘punto COVID’ en una explanada ubicada cerca de la frontera del Tarajal para someter a test de antígenos a ese colectivo e intentar elevar la «intensidad diagnóstica» en la ciudad, donde se viene realizando la mitad de pruebas PCR que en cualquier otra región de España con un índice de positividad del 33%.