James se ha confesado. Ya no siente la opresión y ha admitido que Zidane fue el culpable de su era tormentosa en el Madrid. El colombiano nunca contó para el proyecto del francés y tuvo que buscar otros horizontes para seguir demostrando que es uno de los mejores mediapuntas en el mundo. Ahora tiene un rendimiento superlativo en el Everton de Carleto Acelotti, entrenador que siempre ha confiado en él. Hasta al punto de defenderlo a capa y espada, cosa que jamás hizo el hoy en entrenador del Real Madrid. El neogranadino espera rendir al máximo y ha sido uno de los artífices para que el otro club de la ciudad de Liverpool marche sexto en la tabla.
James llegó al Madrid en la era Ancelotti. El entrenador italiano le dio toda la confianza necesaria para que brillara. En su primera temporada demostró que era un jugador para el conjunto merengue y fue uno de los futbolistas claves de la plantilla. Pero en dicha temporada no se tuvieron títulos y se dio la marcha del técnico. Con la llegada de Rafa Benítez comenzó su clavario. El míster no veía al jugador dentro de su esquema y le fue quitando minutos. Los resultados no acompañaron al madrileño para ser despedido. Ahora es el turno de Zidane. Se esperaba que con el galo si sería protagonista, pero el ganador de tres Ligas de Campeones se decantó por Isco.
James empezó a sufrir
James se sintió frustrado y su rendimiento en el campo fue mermando. Se le acusó de falta de compromiso y hasta no estar a tope para encarar una temporada en el Madrid, para colmo de males, su compañero Isco se ganaba el show con soberbias actuaciones, para que la afición y los medios le dieran la razón a Zidane. Con esto el sudamericano pidió su salida, pero los merengues tenían fe en él y le buscó una cesión en el Bayern Múnich donde le esperaba Ancelotti con los brazos abiertos.
En el Bayern se volvió a ver el James del Mundial de Brasil y la Bundesliga se rindió a sus pies. Lástima que Ancelotti abandonó el proyecto bávaro y el colombiano comenzó a tener problemas con su nuevo entrenador Niko Kovac, quien buscaba otro tipo de mediocampista para su esquema táctico. A pesar de ello el sudamericano supo cómo mantenerse, pero la directiva del Bayern no ejerció su derecho de compra y prefirió mandarlo de vuelta a la capital española.
Ahora vuelve a ser feliz en Inglaterra
«Estaba en un tiempo que no jugaba mucho y tenía que ir a un equipo que confiara en mi con un técnico que sepa como soy dentro y fuera del campo. Carlo fue lo justo para que yo pudiera venir para acá y fue un punto grande para que yo esté aquí. Los dos. Ambos. El club confío en mi cuando nadie más lo hizo. Siempre voy a estar agradecido con el club y con Carlo también», dijo James cuando se le preguntó sobre su apuesta con el Everton y aceptar jugar en la Premier League.
«Se dio algo con el United pero al final no sucedió por cosas que yo no sé. Creo que el fútbol te lleva siempre por donde va a ir bien. Si no se dio fue por algo. Porque no estaba listo o porque estaba para venir a este gran club. Al final, se dio lo de Francia y fui por ese camino. El fútbol siempre es así. Hay puertas que se cierran y otras se abren y son grandes. No llegué a pensar en cómo me iría en el United. Cuando fui a Francia estuve enfocado en hacer un buen año y fue el año del Mundial. Siempre pensaba en eso. Luego se dio lo del Real Madrid, que fue algo que pasó rápido. Una puerta estaba cerrada y a los diez meses se dio esta. Fue una puerta grande, un club donde quise estar y un sueño hecho realidad», aseveró.