En normal que con el pasar del tiempo, y la exposición constante a los elementos como la humedad en el aire o el agua, algunas piezas metálicas empiecen a tornarse cobrizas como señal de óxido, causando que se deterioren y su vida útil se vea reducida.
A nivel atómico, el óxido ocurre cuando la estructura de los metales, o metaloides, se ve alterado por la irrupción de los átomos de oxígeno, de ahí el nombre de este proceso. Se le denomina monóxidos al proceso de oxidación que posee un átomo único. De esta forma comenzará a denominarse según los prefijos numéricos griegos a los óxidos que posean más de un átomo: dióxido (2 átomos de oxígeno), trióxido (3 átomos) y así.
Aunque como en todo proceso atómico, existen diferentes reacciones para diferentes interacciones, entre las que se encuentran:
- Cuando se combina un metal con el oxígeno y agua, se forman los óxidos básicos.
- El óxido ácido es la derivación de un no metal con el oxígeno y agua.
- La participación de un elemento anfótero da como resultado al óxido anfotérico.
¿De qué forma se limpia el metal oxidado?
Existen productos caseros como el bicarbonato, el vinagre e incluso la Coca-Cola, que pueden remover el óxido de los metales con mucha facilidad y de forma rápida.
La Coca-Cola es súper efectiva para quitar la oxidación del metal, este producto posee elevados niveles de ácido fosfórico, que es ideal para esto. Puedes aplicarlo sobre la zona que desea limpiar con la ayuda de un cepillo de dientes viejo.
Puedes utilizar bicarbonato también, solo tendrás que aplicar este producto directamente en el objeto que quieras limpiar, dejando que actúe al menos unas 8 horas para que ayude a soltar el óxido, y una vez transcurrido este tiempo, puedes fregar con un poco de agua.
Otro truco consiste en aplicar vinagre, específicamente vinagre blanco. Para ello puedes llenar una cubeta con agua y mezclarla con una buena cantidad de vinagre, dejando al remojo el objeto que planees limpiar, por al menos una noche entera. Ya pasadas estas horas, procede a sacar el objeto y a cepillarlo bien.
El ácido oxálico de las patatas también puede ayudarte a remover la acumulación de óxido, en especial si se trata de pequeños objetos como cubiertos o herramientas y tornillos. Hay dos formas para llevar a cabo este procedimiento:
- La primea opción consiste en clavar el objeto directamente en la patata y dejas que el ácido oxálico haga su trabajo durante unas 8 horas o más, para después fregar con la ayuda de un cepillo duro.
- La segunda es cortar la patata en dos partes y con un poco de bicarbonato procedes a limpiar el metal oxidado.
¿Y con las manchas del suelo?
En ocasiones al contacto entre el metal y las baldosas suelen quedar manchas de óxido bastantes desagradables a la vista además de hacer que la suciedad se adhiera y acumule, cosa que generalmente ocurre en los baños, el cuarto de lavado o incluso en la cocina.
Para ello te traemos los siguientes trucos para eliminar esas odiosas manchas de una vez por todas:
- Si mezclas bien vinagre de manzana con una buena cantidad sal, esto resultará en una pasta espesa que podrás aplicar en la zona que deseas remover la mancha de óxido, que luego de reposar durante una hora, podrás limpiar con ayuda de agua y una fregona.
- Otra alternativa en aplicar el siempre eficaz bicarbonato para eliminar las manchas del suelo, solo tienes que esparcir un poco de bicarbonato en la parte del suelo que esté manchada, y dejar que con unas cuantas horas haga efecto, para que después puedas pulir esa zona con una mezcla de bicarbonato y agua, usando un trapo húmedo para ayudarte.
- También, si mezclar bórax con limón, podrás arrasar fácilmente con esas manchas de óxido del suelo y los azulejos del baño. Solo vas a necesitar un par de cucharadas soperas de bórax y unas cuantas gotas de limón hasta obtener una mezcla bastante homogénea, la cual aplicarás en la zona que esté la mancha y dejarás reposar al menos de una hora antes de pasar sobre la superficie un trapo o paño seco.
¿Qué hacer con lo tejidos manchados?
Esta es una tarea bastante complicada, incluso siendo casi imposible de eliminar, ya que se corre el riesgo de estropear los tejidos de la ropa. Así que lo mejor es evitar lo mejor posible que tu ropa entre en contacto con cualquier clase de superficie oxidada que esté húmeda. Aunque de todas formas existen algunas soluciones caseras que podrían ayudarte, eso sí, dependiendo de la mancha:
El zumo de limón mezclado con bicarbonato o sal, son de gran utilidad. Mezclando una cucharada sopera de bicarbonato o sal, junto con el zumo de limón. Obtendrás una pasta espesa que podrás aplicar sobre la mancha, dejando que se seque por lo menos unas 2 horas y que luego podrás enjuagar como de costumbre.
Con el vinagre hay que tener cuidado, a pesar de que es un producto sumamente efectivo limpiar casi cualquier mancha de la ropa, este puede dañar los tejidos por su alta acidez, es por ello, que se recomienda primero probar sobre una zona poco visible de la prenda para comprobar que esta no se dañe. Una vez comprobado esto, procede a aplicar el vinagre directamente sobre la mancha y que después cubrirás con una capa de sal. Déjala secar al sol, para finalmente lavarla con total normalidad.
¿Increíble no? Aún así, recuerda siempre tener cuidado al momento de usar cualquiera de estos concejos.