Rafa Nadal se ha sentado esta noche con Bertín Osborne y por fin hemos podido conocer a la persona y no al jugador que tantas alegrías nos ha dado. El tenista ha hablado con esa naturalidad que muestra siempre y nos ha conquistado una vez más, sobre todo cuando ha hablado de su infancia, en la que asegura que fue súper feliz… y es que parece que sus padres no tienen ninguna queja de él en esta época ya que ha explicado que era un niño muy bueno.
Más sincero que nunca ha hablado de los bajones psicológicos que ha tenido a lo largo de su carrera profesional, y es que ya sabemos que para un deportista, lo peor que puede haber son las lesiones y de estas el tenista ha tenido muchas. Su peor año fue el 2019, en el que ya llevaba arrastrando una mala racha física desde el 2018 y donde pensó en hacer un parón.
Su rostro se le ilumina cuando habla de Mery Perelló, de la que está felizmente enamorado: «Se llama María Francisca, yo la conozco desde que era pequeñita, yo solamente la llamo así cuando tenemos tensión». En cuanto a cómo ha llevado el confinamiento, el tenista confiesa que: «Ella lo ha llevado mucho mejor que yo, ella al final hacía sus horas de oficina, lo hemos pasado en nuestro apartamento».
Y ¡atención!, porque Rafa Nadal le ha confesado a Bertín Osborne que, aunque no haya tenido descendencia todavía, quiere tener hijos porque le encantan los niños: «Yo confío tener niños, a mí me encantan los niños. Yo pensaba ‘ya cuando me retire’ porque yo pensaba que a los treinta estaría ya retirado, pero mira…». Así que tendremos que esperar a que pase el tiempo para ver a la pareja anunciando el embarazo.