La ciencia y la medicina avanzan, aunque con frecuencia a un ritmo más lento del que nos gustaría. Sobre todo en lo que se refiere a determinadas enfermedades que son especialmente duras, tanto para la persona que la sufre como para sus seres queridos. Ese es el caso de la enfermedad del Alzheimer, una enfermedad sin cura de momento y de la que se desconoce incluso sus causas y motivos.
Se trata de una enfermedad en la que, más allá de la pérdida de memoria, la persona se va deteriorando poco a poco. Es normal que se pierda, se desoriente, no tengo el control de su cuerpo y de sus esfínteres y se vuelva totalmente dependiente de otras personas. Un calvario para los familiares que deben cuidar de ellas. No obstante, recientes desarrollos científicos permiten tener algo de esperanza en una cura no muy lejana.
4Efecto prolongado en el cerebro
“Ahora ya somos capaces de utilizar la somatostatina como tratamiento”, dice Fadi Rofo, el autor principal del estudio. “Esa sustancia podemos fusionarla con una proteína para que pueda moverse por el organismo y de ese modo llegar al cerebro. Y, de momento, ha demostrado ser muy efectivo”.
Según afirma el experto, “cuando utilizamos esa proteína para el transporte, también vimos que la somatostatina podía permanecer en el cerebro durante varios días, lo cual es algo fantástico”. Aunque aún es necesario testar su utilidad y efectividad en seres humanos, la investigación va por buen camino y supone una esperanza para los familiares de los enfermos.