Ruslan Neshcheret, tiene todos los motivos para sentirse el mejor arquero del mundo. Con solo 18 años fue el héroe ante el Barcelona y ahora todos hablan de él. Este chaval se ha ganado a pulso sus “5 minutos de fama” y porque no el poder fichar con un grande de Europa. Hasta el miércoles pasado fue un desconocido y hoy en día todos los medios en el mundo han hablado de este ucraniano que se ha vuelto viral en estos momentos. Los directivos del Dynamo Kiev se frotan las manos, ya que con soberbia actuación elevó su valor en el mercado, pues hasta el partido de Champions solo llegaba a costar unos 200 mil euros.
Neshcheret solo tiene 18 años y ha disputado un partido en la actual temporada. La exhibición ante el FC Barcelona le ha valido una serie de elogios y los expertos del fútbol le vaticinan una brillante carrera. Con un 1.90 metros de estatura es el tipo arquero alto que es muy seguro en el juego aéreo y además ha mostrado mucha elegancia a la hora de tapar los espacios bajo los tres palos de lar arquería que defiende. El guardavallas ya es internacional Sub 21 con Ucrania, debutando en el 2019. En los últimos encuentros celebrados en el mes de octubre ha llegado a ir convocado, pero no ha contado con minutos.
Neshcheret tiene madera
Neshcheret tuvo hasta 12 paradas ante los culés, pero lo que sorprende es que es a penas su segundo partido como profesional en su corta carrera. Vaya desafío para un chico que no llega los 20 años. Ante los culés demostró que tiene unos reflejos endiablados y que está listo para adueñarse de los tres palos de uno de los clubes más representativos de Ucrania. Ruslan se mostró como todo un veterano ante los ataques de Messi, Griezmann y Ansu Fati.
Neshcheret logró estar en el 11 inicial del Dynamo después de que el equipo ucraniano tuvo que sortear unas 13 bajas en su plantilla por culpa del Covid-19. Mircea Lucescu, entrenador del equipo aprovechó para darle la oportunidad y el chaval le pagó la confianza con una actuación soberbia que terminó con marca de tapadas en un partido de Liga de Campeones. «Fue como estar en un cuento de hadas. Es agradable debutar en Champions en un partido así. Es el sueño de cualquier futbolista y yo no soy la excepción», dijo el cancerbero tras terminar el partido.
Ya en España le seguían
Ramón Catalá es un entrenador que trabajó en las categorías inferiores del Dynamo Kiev. Allí empezó a ver la progresión de este chaval que terminó explotando ante el Barcelona de Messi, Griezmann, Piqué y compañía. «Vino aquí con 13 años y desde que llegó ha estado cinco años trabajando con Ikonnikov Volodymya como entrenador de porteros. Siempre ha ido un año por delante de su categoría. Se trata de un portero muy equilibrado, valiente y que es un apasionado del juego. Disfruta entrenando y jugando, le da igual quien tenga enfrente. Es cierto que con el filial, en muchos partidos, no tiene que intervenir demasiado», apunta Catalá.
«Había una cierta preocupación por las bajas de Boyko y Bushcahn, que estaba parando realmente bien en Liga y en Champions. Se pudo ver también en el partido contra España. Ahora bien, Neshcheret, que habitualmente juega con el filial, estuvo sensacional. Se le vio tranquilo, muy atento y responsable. Mantuvo al equipo en el partido hasta que recortamos distancias y al final el Barcelona acabó pidiendo la hora», reconoce el español.