Daniel G.H., el joven gaditano residente en Getafe que permanece desde octubre de 2019 en prisión preventiva tras ser detenido después de presuntamente golpear con una estaca con clavos a un agente tras participar en una concentración en apoyo a los líderes del procés independentista en Madrid, ha negado este viernes su participación en la misma y que golpeara al antidisturbios. «Estaba fumando porros y bebiendo unos litros», ha indicado ante el juez cuando los policías fueron a por ellos, ha recordado.
Si a primera hora diputados de ERC y Junts participaban en una concentración frente a la Audiencia Provincial para mostrar su apoyo al joven, del que decían que estaba preso por solidarizarse con los líderes independentistas condenados por el Supremo, Daniel G.H. a preguntas del fiscal ha negado que participara en ninguna protesta ese 16 de octubre de 2019.
Esto mismo ha sido sostenido otra de persona que fue detenida en esa tarde noche junto a él, Elsa V.E., quien ha explicado que ambos se encontraba en las inmediaciones de la Plaza de la Villa bebiendo cerveza y fumando ‘hachis’ cuando ocurrieron los hechos que llevaron a su detención.
Y esos hechos, que este viernes han ratificado los policías que intervinieron aquel día, son que tras una concentración en Sol en apoyo de los líderes condenados del procés, un grupo de manifestantes marchó por el centro de la ciudad provocando destrozos, quemando contenedores y lanzando adoquines a los agentes antidisturbios.
Cuando los diferentes grupos policiales lograron dispersar la masa llegó el momento de intentar detenciones en la zona, y una de ellas se llevó a cabo en la Plaza de la Villa, donde se produjo el incidente que acabó con la detención de Daniel G.H. y Elsa V.E.
LA DETENCIÓN DE ELSA Y EL ESTACAZO
Según el relato de los hecho que ha realizado el policía que procedió a la detención de la acusada, logró detenerla a la carrera en unas escaleras cercanas a la Plaza de la Villa. Dado que según él se resistía, la llevó al suelo y cuando trataba de colocarle unos grilletes, de forma repentina recibió un golpe contundente en la cabeza que le hizo tambalearse. Justo cuando se giraba para ver al atacante, recibió un segundo golpe de nuevo en el casco y al instante un agente que llegaba detrás de él logró reducir al atacante, que era Daniel G.H.
«El tipo gritaba que dejáramos a su novia, nos llamó hijos de puta, llegó con una estaca y le golpeó a mi compañero (…), le dio bastante fuerte y, si no llega a ser por el casco, lo mata», ha recordado el agente que ayudó a su compañero cuando era agredido.
Pero la película de los hechos varía desde la óptica de Daniel G.H., ya que ante el juez ha negado no solo que estuviera en la manifestación sino que tampoco golpeó al agente por la espalda con una estaca que habría cogido de restos de palé de una obra cercana y que tenía clavos que sobresalían.
Yo intente meterme por medio para cubrirle a ella –a Elsa V.E.–, no intenté atacar a los agentes, mi reacción fue salir corriendo hacia la detención porque ella gritaba ‘socorro’ porque le estaban pegando una paliza», ha recordado el acusado, para el que la fiscalía pide seis años por los delitos de atentado a agente de la autoridad y desórdenes públicos.
Tras el interrogatorio del fiscal le ha tocado el turno a su defensa, a quien ha declarado que tanto ella como él estaban en la zona bebiendo y fumando («un par de litros y unos porros») cuando vieron a los policías corriendo hacia ellos, por lo que echaron también a correr para huir, hasta que les alcanzaron.
Su versión ha sido respaldada por la otra acusada, quien ha apuntado que la estaca con clavos no fue usada por Daniel G.H., pero que estaba tirada en el lugar de la detención. Además, ha recordado que echaron a correr «por inercia y por miedo» pero a ella le dio un ataque de ansiedad y en ese momento fue alcanzada por el agente que le dio «con la porra en las piernas» y la arrojó al suelo.
EL MOTORIZADO QUE LES RECONOCIÓ
Con todo, ha apuntado que no vio si Daniel G.H. se abalanzó sobre el policía porque para entonces ella ya «tenía una bota en la cabeza» y no pudo ver nada. «Estábamos en la calle bebiendo y fumando, mal sitio en mal momento», se ha lamentado.
Si bien por la sala han desfilado un gran número de efectivos policiales, los testigos clave han sido el agente que practicó la detención y fue presuntamente agredido, su compañero que logró parar la agresión de Daniel G.H. –se ha mostrado el casco y los clavos de la estaca lograron perforarlo– y un agente motorizado que ha afirmado sin ningún género de dudas que ambos acusados formaban parte del grupo de manifestantes que tras el fin de la concentración de Sol llevaron a cabo destrozos, lanzaron adoquines a los policías y protagonizaron disturbios.
Por su parte, la defensa de ambos acusados ha presentado dos testigos que presenciaron la detención. Ambas, amigas que participaron en la concentración en solidaridad de los líderes independentistas catalanes, han coincidido en que no vieron a Daniel G.H. golpear al agente con la estaca, y que no coincidieron en la concentración con los detenidos.
LES LANZÓ UN SERVILLETERO
Un tercer acusado, Mariano H., para el que la Fiscalía interesa dos años de cárcel por un delito de atentado contra agente de la autoridad, ha negado también haber participado en la concentración, y ha explicado que huyó de dos hombres que iban con porras extensibles porque no sabía que eran policías de paisano, y que les lanzó un servilletero (con el que no logró darles) a la altura de la calle Barcelona esquina con calle de la Cruz. «Si llego a saber que son policías no se lo lanzo», ha reconocido.
Pero los agentes que procedieron a detenerle han explicado que el hombre tras lanzarles el objeto se «cuadro» con una postura típica de boxeo para pelear con ellos. «Conseguimos reducirle y llevarle al suelo», ha explicado uno de ellos.
Esta primera sesión del juicio oral, que proseguirá con informes periciales el próximo 17 de noviembre, ha concluido tras cuatro horas de declaraciones aproximadamente. Al concluir, Daniel G.H. y Elsa V.E. se han abrazado tras solicitar permiso al policía que custodiaba al preso.
Cabe recordar que el Ministerio Fiscal interesa para Daniel –que permanece en prisión preventiva desde hace un año– seis años de prisión por un delito de atentado contra agente de la autoridad en concurso con delito de lesiones leves. Y para la acusada se piden dos años de cárcel por un delito de desórdenes públicos.