Que Frozen sea una película infantil no significa que sea una película simple. Más bien todo lo contrario. Como cualquier película de animación, la confección y producción de sus escenas lleva un enorme trabajo detrás que implica a muchísimos artistas de gran talento. Horas y horas de trabajo para que Frozen se vea como se ve y sea capaz de conquistar a millones de espectadores en todo el mundo.
Y no se trata simplemente de la parte técnica y artística de la película. También la trama y la historia, la construcción de los personajes y su carácter tienen mucho trabajo detrás. Muchos detalles que pasan desapercibidos pero que son cruciales para sostener Frozen y para que todo el mundo disfrute, en el cine o en su casa, de las aventuras de Elsa la Reina de las Nieves.
5La estética y el vestuario
En una película de este tipo todo ha de estar cuidado hasta el milímetro, con un trabajo paciente y concienzudo. Y no de uno o dos dibujantes, sino de un equipo enorme. Wayne Unten, supervisor del personaje de Elsa, en el documental citado: “Son demasiados los que piensan que detrás de las puertas de un estudio de películas como esta sólo hay unos cuantos animadores, pero lo cierto es que implicados en este película fuimos cerca de una centena”.
¿De qué forma, sino, hubiese sido posible dibujar los 400.000 pelos que componen la melena rubia de Elsa? ¿Cómo lograr que la nieve alcance el nivel de detalle, profundidad y textura que tiene la nieve en la película? Walt Disney no reparó en gastos para que todo estuviese perfecto. Los peinados de Elsa, por ejemplo, fueron diseñados por uno de los más prestigiosos y cotizados estilistas de la marca Pantene. El vestuario de la princesa, con su falda, su capa turquesa y su cofia, es uno de los más atrevidos y cuidados de cuantos han aparecido en las películas de los estudios.
