Que Frozen sea una película infantil no significa que sea una película simple. Más bien todo lo contrario. Como cualquier película de animación, la confección y producción de sus escenas lleva un enorme trabajo detrás que implica a muchísimos artistas de gran talento. Horas y horas de trabajo para que Frozen se vea como se ve y sea capaz de conquistar a millones de espectadores en todo el mundo.
Y no se trata simplemente de la parte técnica y artística de la película. También la trama y la historia, la construcción de los personajes y su carácter tienen mucho trabajo detrás. Muchos detalles que pasan desapercibidos pero que son cruciales para sostener Frozen y para que todo el mundo disfrute, en el cine o en su casa, de las aventuras de Elsa la Reina de las Nieves.
4La inspiración noruega
Cuando un cineasta graba una película, en el mundo real y con personajes reales, hay ciertos aspectos que quedan más o menos al azar. Sin embargo, cuando uno tiene que dibujar todos y cada uno de los planos que van a aparecer en pantalla, la cosa se complica y hay que estar constantemente tomando decisiones. Hay que pensar en cómo serán los edificios, los marcos de las ventanas, las aceras…y que sea creíble y congruente con la historia que estás contando.
Para hacer Frozen, los artistas y dibujantes decidieron inspirarse en Noruega. Tanto para la arquitectura como para los paisajes que salen en la película. Según parece, el castillo de Arandelle mantiene una estrecha relación con el palacio de Stiftsgården y el castillo de Akershus, situados en dicho país nórdico.
Según se desvela en el documental, el equipo tomó como referencia determinados detalles y matices de la cultura Sami, originaria de Laponia. «Con esos rasgos y detalles específicos,incluso de algunos movimientos específicos, dimos más personalidad a los personajes».