Se da bien por factores externos, falta de adherencia al tratamiento, la contaminación ambiental o las conductas nocivas, como el tabaquismo. En otros casos, a pesar de que el paciente cumple con todo lo pautado, su asma es refractaria al tratamiento.
Más de 80 enfermeras y enfermeros expertos en Neumología y Alergología han analizado las nuevas vías sobre cómo mejorar los cuadros más complejos de asma, a menudo no controlada por los tratamientos habituales, que sufren cerca de 120.000 personas en España. De la mano del Consejo General de Enfermería y la compañía GSK, algunos de los mayores especialistas en este campo han establecido nuevas recomendaciones prácticas para un mejor abordaje de la patología tanto en el ámbito de la Atención Primaria como en el entorno hospitalario.
El enfermero respiratorio del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (Tenerife) y coordinador del Área de Enfermería Respiratoria de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), David Díaz, asegura que “se estima que el 80% de la mortalidad del asma se asocia a la no adhesión y no cumplimiento al tratamiento indicado. El asma grave presenta cifras de no control superiores al 50%, por lo que son pacientes que presentan múltiples exacerbaciones, visitas a urgencias, y por lo tanto peor calidad de vida ya que la carga que supone la enfermedad para estas personas es mayor”.
“La adhesión al tratamiento -añade-, es sin duda el mayor reto que tenemos, las cifras de incumplimiento están entre 30 y 70% de los pacientes con asma. La complejidad de los tratamientos, la polimedicación, pero también las percepciones, creencias y miedos en relación al tratamiento son factores que aumentan las cifras de incumplimiento y en consecuencia, producen un mayor descontrol de la enfermedad”.
Por su parte, Carme Hernández, enfermera de Neumología del Hospital Clínic de Barcelona, explica que “la complejidad del paciente con asma grave requiere la figura de la enfermera de Práctica Avanzada, que proporciona cuidados avanzados y dispone de competencias clínicas avanzadas. Se conoce que la enfermera de Práctica Avanzada es un recurso que facilita la sostenibilidad de los servicios, por la eficiencia demostrada en los resultados obtenidos”.
“La complejidad del paciente con asma grave necesita una organización más eficiente y la creación de alternativas asistenciales que mejoren la calidad asistencial y el aprovechamiento de recursos. Son necesarios cambios en las reglas del juego entre hospital-comunidad y estudios bien diseñados a largo plazo, donde se evalúen eficacia, efectividad y eficiencia”, concluye Hernández.
Manual con consejos
En este marco, se ha presentado un manual con recomendaciones prácticas que se va a distribuir de forma gratuita a las 316.000 enfermeras y enfermeros españoles. “Se trata de una herramienta muy práctica para manejar a un paciente complejo y a veces no colaborador en su propio tratamiento. Sus páginas recogen información sobre la patología y el rol de la enfermera en todo el proceso. Este trabajo está a disposición de todas las enfermeras de España y el resto del mundo y ha sido elaborado por algunos de los mayores expertos enfermeros en este campo. Estamos seguros de que va a suponer una clara mejora en la calidad de vida de muchos pacientes asmáticos”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.