No queda nada para el lanzamiento de la nueva PS5 y con ella llega un nuevo mando. El DualSense sigue la estela de los Dualshock que apenas han cambiado el diseño básico desde PS1. Sin embargo, a medida que han ido apareciendo y han evolucionado, han añadido mejoras. Este DualSense pretende ser el control más ambicioso de una consola y promete traer muchos secretos. Algunos ya los conocemos y los daléense vamos a revelar.
Lo primero que vemos en el nuevo mando de PS5 es el cambio de diseño. Ahora ya no es negro, pasa a ser blanco, al igual que la propia consola. En cada consola vendrá un DualSense. Cada mando tendrá unas funciones especiales como la respuesta háptica. Esperemos que también traiga una mayor autonomía que sus primos de la anterior generación. Sin duda el mando es bonito, pero vamos a ver los secretos que incluye.
3Superficies más rugosas
Si Dualshock tenía un tacto muy suave, esto cambia en DualSense para PS5. Cuando tienes largas sesiones de juego, las manos acaban sudadas, con una superficie tan plana en los mandos anteriores, cabía la posibilidad de que se escapara.
Ahora se ha puesto una superficie más rugosa en la parte trasera del DualSense que permite más fricción y mejor agarre. Ahora ya no habrá problemas de que el mando se nos escurra si sudamos demasiado por las palmas.
Sin embargo, por la parte delantera del controller sigue habiendo una superficie lisa y suave. Así se mejora la comodidad a la hora de pulsar botones sin que haya fricciones que puedan producir daños en las manos.