Ya hace un tiempo que sospechamos que el teletrabajo ha venido para quedarse. De momento, no tenemos a la vista una alternativa segura y garantizada. Así que todo indica que, hasta nuevo aviso, no nos quedará más remedio que seguir trabajando desde el salón de casa o desde nuestro cuarto. Las opiniones sobre el tema están de lo más divididas. Hay gente que está encantada pudiendo “ir a la oficina” en pijama y otra a la que le horroriza la perspectiva de trabajar, dormir y hacer vida entre las mismas cuatro paredes.
Teletrabajar puede ser muy solitario. Las distracciones son infinitas y se aprovecha menos el tiempo. La motivación puede brillar por su ausencia y tardar mucho en aparecer, si lo hace. La gente, en general, tiende a quemarse mucho más fácilmente cuando trabaja desde casa. Las sillas y mesas suelen ser peores que las de la oficina, y al falta de contacto social puede angustiarnos muy rápidamente. “Mucha gente empieza a darse cuenta de que el ambiente es parte fundamental del trabajo”, ha explicado a la CNN la coach Hallie Crawford. ¿Qué hacer si el teletrabajo te agobia? Aquí van algunos consejos que pueden ser de gran ayuda.
2No tienes una oficina para el teletrabajo
Este es otro de los problemas más recurrentes y, ciertamente, de los más graves de cuantos acarrea el teletrabajo. Hay que reconocer que es complicado ponerse a trabajar con seriedad y concentración si la “oficina” que tienes en casa es también el lugar donde comes, ves la televisión o duermes.
Lo ideal sería intentar reproducir en tu casa un ambiente lo más parecido posible al de tu oficina. Que parezca algo “serio” y oficial. Puedes, por ejemplo, poner una pizarra, marcos de fotos o premios que te hayan dado en el trabajo. “Sirve cualquier cosa que te haga sentir, aunque sea de forma subconsciente, que estás en una oficina de verdad, en un lugar profesional”, explica el coach Roy Cohen.