El FC Barcelona se encuentra ahora sumergido en una profunda crisis que lo ha llevado a penar en Liga y como institución a la dimisión de Josep Maria Bartomeu; pero el equipo blaugrana tiene un escondite, un lugar en el cual es feliz y se olvida de todos sus problemas: la Champions League. Paradójicamente, la escuadra catalana ha encontrado un refugio en Europa que en los últimos años ha sido su mayor quebradero de cabeza; porque las humillaciones en Roma, Liverpool y, sobre todo, la de Lisboa aún duelen a todo el barcelonismo. Sin embargo, en esta campaña parece ser su sitio seguro, en el que han jugado los mejores minutos del curso; un hecho que quieren repetir contra el Dínamo Kiev.
Ronald Koeman planea entrar con fuerza al Camp Nou (a las 21:00 horas) para comenzar a encaminar la clasificación a octavos de final de forma rápida. Y es que la fiabilidad del Barcelona en la competición continental contrasta con un rendimiento en Liga que roza el bochorno. Con eso en mente, el Dínamo de Lucescu se jugará sus posibilidades a pesar de algunas bajas por Covid-19, pero el entrenador rumano ve a un Barça al que le pueden meter mano; no obstante, todo dependerá de que equipo culé se encuentren.
Un Barcelona distinto en Liga y Champions
Ciertamente parecen dos equipos completamente distintos; porque si en Champions tienen un registro perfecto, en LaLiga se encuentran en el puesto 12 y con solo ocho puntos de 18 posibles. Los despistes en defensa han sido cruciales, pero es esa incapacidad que han tenido para crear juego de forma continua lo que le ha impedido sumar más puntos. Sus últimos cuatro choques en el campeonato local han sido nefastos, porque se les ha visto impotentes frente al arco y sin ideas en el mediocampo. En total han obtenido dos empates y dos derrotas, un balance de dos puntos de 12 que se jugaron, con tres goles a favor y seis en contra.
La imagen de Koeman casi a punto de llorar en el banco tras el empate contra el Alavés ha dado la vuelta al mundo, pero contrasta mucho con al del abrazo feliz a Messi en Champions. En la competición europea todo cambia y es que tal vez, más liberados, juegan y se divierten como en otros tiempos. Sus dos juegos han sido saldados con victorias, con goleada 5-1 al Ferencvaros y 0-2 ante la Juventus; incluso ante el equipo italiano jugaron su mejor partido en lo que va de temporada, con un dominio abrumador, generando ocasiones y empequeñeciendo a un gran equipo que nada pudo hacer para revertir la situación. El cambio en Champions es drástico y a eso querrá apostar un Koeman que sabe que las dudas pueden surgir en cualquier momento.
Dudas que no dejan de salir a flote
Aunque contra la Juventus se pudo ver ese juego combinativo, esa circulación rápida de balón y una profundidad en ataque que desde hace tiempo no se veía; la realidad invita a pensar que este Barcelona está más cerca de su versión de LaLiga que la Champions. La falta de contundencia de hombres claves en defensa como Piqué y Lenglet; la falta de acierto de los que impulsan y sostienen el juego como lo son Busquets y De Jong; sumado todo a los desaciertos de los de arriba como Messi, Dembélé o Griezmann, es lo que deja pensando y temeroso a una afición que espera ver a su equipo más cerca de su presentación contra los italianos.
Con el bajo nivel de algunos se podrían ver varios cambios de Koeman, pero tan enemigo es de las rotaciones que realmente es más presumible que cambie lo menos posible. Al Barcelona, la victoria los acercaría mucho a la clasificación, por lo que será crucial conseguirla lo más rápido posible para así concentrarse en el torneo local donde de verdad peligran.
Alineaciones probables
Barcelona: Neto; Sergi Roberto, Piqué, Lenglet, Jordi Alba; Pjanić, De Jong; Pedri, Messi, Ansu Fati; Griezmann
Dínamo de Kiev: Neshcheret; Kędziora, Zabarnyi, Popov, Vivcharenko; Shepeliev, Andriyevskiy; Tsygankov, Buyalskiy, De Pena; Supryaha