El 43,33 por ciento de los pacientes con cáncer ha dejado de ir al médico por miedo a contagiarse de la Covid-19, según el estudio ‘Problemas y necesidades de los pacientes con cáncer frente a la Covid-19’, llevado a cabo por el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC), con la colaboración de Janssen, Novartis y Roche.
En el mismo camino, un 21,67 por ciento ha declarado tener miedo de volver a asistir a la consulta de oncología o de realizarse pruebas diagnósticas y un 17,62 por ciento señala que su temor ha aumentado con respecto a ocasiones anteriores.
Así, un total de 1.776 pacientes han participado en este estudio que tiene como objetivo identificar los problemas y necesidades de los pacientes con cáncer y supervivientes al mismo, así como de las asociaciones de pacientes, durante la crisis producida por la COVID-19 y sus preocupaciones de cara al futuro.
«Es importante que frente a esta nueva realidad sanitaria, analicemos cómo nos ha repercutido y afectado la pandemia de la Covid-19 a los pacientes con cáncer y las asociaciones que los atendemos para tener un mayor conocimiento de sus necesidades y problemas y poder actuar en consecuencia, como representantes de los mismos ante los diferentes organismos públicos implicados en el proceso asistencial», ha declarado Begoña Barragán, presidenta de GEPAC.
En lo que se refiere al seguimiento de la enfermedad durante la pandemia, la mayoría de los participantes consideran que el hecho de ser paciente oncológico supone tener más posibilidades de contraer el nuevo coronavirus y se consideran a ellos mismos pacientes de riesgo. En caso de presentarse los síntomas de la enfermedad, la mayoría llamaría a su médico para saber cómo actuar. Otro punto reseñable es que un 20 por ciento de los entrevistados consideran que por el hecho de ser pacientes oncológicos tendrían menos oportunidades de ser tratados en caso de saturación en las UCIs.
En cuanto a tratamientos, según el estudio, a un 64,48 por ciento de los participantes se les había suspendido previamente, y a un 22,76 por ciento se les ha paralizado su tratamiento, aunque no era inmunosupresor. Asimismo, aunque los participantes se les han anulado citas y revisiones y cancelado pruebas, la mayoría de entrevistados consideran que su relación médico-paciente se mantiene intacta.
ASPECTOS EMOCIONALES DURANTE LA PANDEMIA
Durante el confinamiento se han manifestado principalmente miedo, incertidumbre, tristeza y ansiedad. La mayoría ha declarado tener herramientas para hacer frente a estas emociones. Sin embargo, el 81,92 por ciento considera necesaria la ayuda de un psicooncólogo.
Así, lo que más ha preocupado a los pacientes es su salud y la de sus familiares, así como el control de la pandemia, pudiendo ser este uno de los motivos que ha generado ansiedad e incertidumbre.
En cuanto al sueño, la mayoría de los pacientes indican que les cuesta conciliar el sueño y que presentan despertares frecuentes a lo largo de la noche. En relación con los cuidadores, la mayoría ha señalado tener conductas de prevención cuando salen de su domicilio y presentan preocupación por contagiar al paciente oncológico. Cabe destacar que un 39,17 por ciento de los participantes no cuenta con un cuidador. En estos casos, manifiestan llevar bien su rutina y mantener el contacto con sus seres queridos, contrastando con la soledad que presentan.
ASPECTOS LABORALES DURANTE LA PANDEMIA
La declaración del estado de alarma ha afectado laboralmente a un 27,40 por ciento, habiéndose producido un despido, declaración de ERTE o ERE, lo que ha supuesto un impacto económico. Además, la mayoría de encuestados desconoce si la empresa está obligada a mantener su puesto de trabajo o no o si durante la baja se le puede aplicar un ERTE. Pese a ser pacientes de riesgo, a un 58,79 por ciento de los participantes no se les ha facilitado la baja laboral.
ESTUDIO DE LAS ASOCIACIONES DE PACIENTES
En cuanto a las asociaciones de pacientes, el estudio ha contado con la participación de 70 entidades pertenecientes a GEPAC, que tratan a pacientes con enfermedades oncohematológicas, con tumores sólidos; o bien son asociaciones que abarcan todo tipo de tumores y ubicadas en todo el territorio nacional, a excepción de Cataluña, La Rioja y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Para ellas, la declaración del estado de alarma ha supuesto que una de cada cinco organizaciones no haya podido continuar con su actividad. Un 64,71 por ciento lo ha podido realizar con restricciones adoptando la forma de teletrabajo. A pesar de ello, el 68,57 por ciento de las organizaciones que han participado en el estudio consideran que están preparados para modificar su forma de trabajo hacia una más telemática
Así, en el estudio también se refleja que las asociaciones que atiende a pacientes de cualquier tipo de cáncer y las que atienden a pacientes oncohematológicos han visto incrementado el número de personas atendidas. Las principales consultas recibidas han sido la atención psicológica y problemas con los tratamientos.