El coronavirus ha afectado de lleno a todos los aspectos de nuestra vida. También el sueño, esas horas en las que parece que estamos en el limbo y soltamos amarras con la dura realidad cotidiana. La incertidumbre generada por el covid-19, las dificultades económicas, el miedo y la preocupación por la salud…Todo ello, lo queramos o no, tiene repercusiones en lo que pasa cuando estamos descansando. No es raro entonces que los casos de insomnio y los problemas de sueño se hayan multiplicado en los últimos meses.
Y esto viene siendo así desde los meses del confinamiento, entre marzo y mayo. En aquellos días era la novedad del teletrabajo, el estrés y la falta de ejercicio físico. Ahora, una vez superada aquella etapa, aunque con altas probabilidades de volver a la casilla de salida, son otras las causas que están alterando y dañando nuestra rutina de sueño y descanso. Y el insomnio pasa también factura cuando estamos despiertos.
6Riesgo de obesidad
Asimismo, unos hábitos de sueño pobres y escasos pueden llevarnos a ganar peso, según las últimas investigaciones llevadas a cabo por la Society of Behavioral Sleep Medicine. Ello se debe a que la falta de sueño está asociada con una incorrecta regulación de las hormonas que controlan la sensación de hambre y saciedad. Y la obesidad es uno de los factores relacionados con los síntomas más graves del covid-19.
Y se trata de un círculo vicioso, pues la fatiga y el cansancio hace bajar nuestra motivación para hacer ejercicio físico. Así, tenemos más probabilidades de engordar y de optar por conductas impulsivas a la hora de comer. Por estos motivos, y muchos más, los médicos expertos recomiendan cuidar el sueño y el descanso mucho más que en épocas normales. Ciertamente, nos va la vida en ello.