El coronavirus ha afectado de lleno a todos los aspectos de nuestra vida. También el sueño, esas horas en las que parece que estamos en el limbo y soltamos amarras con la dura realidad cotidiana. La incertidumbre generada por el covid-19, las dificultades económicas, el miedo y la preocupación por la salud…Todo ello, lo queramos o no, tiene repercusiones en lo que pasa cuando estamos descansando. No es raro entonces que los casos de insomnio y los problemas de sueño se hayan multiplicado en los últimos meses.
Y esto viene siendo así desde los meses del confinamiento, entre marzo y mayo. En aquellos días era la novedad del teletrabajo, el estrés y la falta de ejercicio físico. Ahora, una vez superada aquella etapa, aunque con altas probabilidades de volver a la casilla de salida, son otras las causas que están alterando y dañando nuestra rutina de sueño y descanso. Y el insomnio pasa también factura cuando estamos despiertos.
2Falta crónica de sueño
“Nunca he dormido muy bien, pero desde el comienzo de la pandemia todo es mucho peor”, le contó Aswani a la televisión estadounidense, “solamente el hecho de pensar en dormir me estresa”. Según los expertos en el tema, Aswani es solo una más de las miles de personas en todo el mundo que ha visto alteradas sus rutinas de sueño debido a la pandemia.
El nivel de afectación del sueño puede variar mucho entre personas. Para algunas puede tratarse de cambios leves y muy sutiles, pero no por ello menos preocupantes: se sienten más cansados y la calidad de su sueño desciende de forma considerable. En cambio, hay otro grupo de personas a las que esta “nueva normalidad” ha trastocado del todo en forma de una falta crónica de sueño o un insomnio persistente.