El coronavirus ha afectado de lleno a todos los aspectos de nuestra vida. También el sueño, esas horas en las que parece que estamos en el limbo y soltamos amarras con la dura realidad cotidiana. La incertidumbre generada por el covid-19, las dificultades económicas, el miedo y la preocupación por la salud…Todo ello, lo queramos o no, tiene repercusiones en lo que pasa cuando estamos descansando. No es raro entonces que los casos de insomnio y los problemas de sueño se hayan multiplicado en los últimos meses.
Y esto viene siendo así desde los meses del confinamiento, entre marzo y mayo. En aquellos días era la novedad del teletrabajo, el estrés y la falta de ejercicio físico. Ahora, una vez superada aquella etapa, aunque con altas probabilidades de volver a la casilla de salida, son otras las causas que están alterando y dañando nuestra rutina de sueño y descanso. Y el insomnio pasa también factura cuando estamos despiertos.
1Todo nos da vueltas
La CNN recogió hace unas semanas la historia de Aparna Aswani, que podría ser la de cualquier persona en cualquier lugar del mundo. Para Aswani, una ejecutiva californiana de 44 años, dormir se ha convertido en una pesadilla desde que empezó la pandemia del covid-19. El insomnio la agarró fuerte y no está dispuesto a soltarla.
Entran en juego varios factores a la hora de interrumpirnos y dificultarnos el sueño. Tenemos el estrés del trabajo, ahora más acentuado que nunca por el teletrabajo, y también la ansiedad derivada de las pésimas noticias sobre la pandemia y sobre la política. Todo ello junto se pone a dar vueltas en nuestra cabeza, igual que en la cabeza de Aswani, y así se vuelve muy complicado conciliar el sueño.