Las 25 personas detenidas en la madrugada del pasado domingo en el centro de Madrid tras las protestas contra las restricciones impuestas para frenar la expansión del COVID-19, y que habían pasado a disposición judicial por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, han sido puestas en libertad este lunes.
Así lo ha acordado la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 45 de Madrid, en función de guardia de detenidos, quien ha impuesto a dieciocho de los detenidos, como medida cautelar, la obligación de personarse en el juzgado cada quince días.
Los detenidos serán investigados inicialmente por la supuesta comisión de los delitos recogidos en el atestado policial (desórdenes públicos, atentado contra la autoridad, daños y otros).
Sin embargo, según se vayan practicando las correspondientes diligencias de investigación en el marco de la instrucción judicial, la calificación penal podría modificarse y, en todo caso, siempre de acuerdo con los hechos realizados por cada uno de ellos.
La Policía Nacional puso esta mañana a disposición judicial a 25 de las 33 personas detenidas la noche del sábado al domingo acusadas de desórdenes públicos y atentados a la autoridad, entre otros delitos, por los disturbios desarrollados en el centro de la capital. Del resto aún no se sabe si pasarán en las próximas horas a disposición judicial o han quedado en libertad.
De los 33 detenidos, dos detenidos eran menores de edad, por lo que ya han pasado a la Fiscalía de Menores. Otros 8 tenían entre 18 y 19 años, 22 entre 20 y 30 años y solo uno más de esta edad. Además, según fuentes policiales, 5 eran marroquíes y uno argelino. Y al menos 14 tienen antecedentes de diverso tipo.
LA PROTESTA
Los incidentes violentos se desencadenaron por una protesta no comunicada a la Delegación del Gobierno en Madrid convocada en la Puerta del Sol sobre las 22.00 horas del sábado. Tras ser desalojada la plaza, algunos manifestantes acabaron en la céntrica Gran Vía y en la cercana plaza de Santo Domingo, donde quemaron contenedores, realizaron pintadas, tiraron vallas de obra, rompieron cristaleras y levantaron barricadas en la calzada.
La Policía Nacional, que desplegó agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), Unidad de Prevención y Reacción (UPR), Grupos de Apoyo Ciudadano (GAP), agentes de paisano y el helicóptero, dispersó a los manifestantes después de la hora del toque de queda impuesto a las 00.00 horas.
Los agentes terminaron con los disturbios en media hora, algunos de ellos por saquear una tienda de ropa de importantes marcas en la calle San Marcos, en el barrio de Chueca, donde provocaron robos y destrozos por valor de unos 30.000 euros. Además, los agentes localizaron productos químicos y dispositivos para ser lanzados a modo de cóctel molotov.
Los sanitarios asistieron a 12 personas, ninguna de gravedad, aunque trasladaron al hospital a un ciudadano con una herida en la cabeza para sutura y a un policía nacional con una luxación de hombre. Tres agentes fueron asistidos. Sobre las 2 horas terminó el dispositivo de Samur, situado en la zona de Plaza de España.
Fuentes oficiales consultadas por Europa Press atribuyen el origen de estos disturbios a grupúsculo de ideología neonazi, aunque otras fuentes señalan que también participaron antisistemas de extrema izquierda, radicales violentos sin ideología definida y ultras de equipos de fútbol.
La Delegación del Gobierno en Madrid, que tuvo conocimiento de la manifestación a través de las redes sociales, señaló que estuvo en permanente comunicación con Jefatura Superior de la Policía de Madrid para conocer de primera mano las protestas que se han llevado a cabo en la Puerta del Sol y Gran Vía «para disolverlas de manera pacífica al no estar comunicadas.