Las repercusiones de la pandemia del coronavirus no afectan solamente al cuerpo y al sistema respiratorio. Tantos meses de incertidumbre, de miedo y de tensión están pasando factura. No en vano, desde la llegada del covid-19 se estuvo hablando de una “pandemia de salud mental”, y muchos sanitarios del ramo han dado la voz de alarma en este sentido. Estrés, ansiedad y depresión son dolencias psíquicas que están afectando a cada vez más personas, en nuestro país y en todo el mundo.
La aparición de estos trastornos psicológicos está íntimamente ligada a las condiciones de vida de las personas. La pérdida de garantías y de seguridad vital, las malas perspectivas económicas y el hundimiento de los planes de futuro son devastadores para la salud mental de cualquiera. Es por ese motivo que urge que las autoridades sanitarias se tomen en serio el gravísimo problema de salud psicológica que ya tenemos encima. Pero, mientras que las instituciones espabilan, hay cosas que están en nuestra mano para conseguir un mayor equilibrio mental.
3Medir la ansiedad
El otro grupo de participantes asistió a un curso de ocho semanas sobre la gestión del estrés. En él les enseñaban estrategias y trucos relacionados con hábitos como la dieta, el sueño y el bienestar general. Una vez transcurrido ese tiempo, se compararon los resultados de ambos tratamientos.
Con ese fin, antes y después del estudio los participantes pasaron el Triet Social Stress Test. Se trata de una práctica experimental muy común para inducir una respuesta al estrés. A los participantes se les pide que ejecuten una tarea que suele generar estrés en las personas: dar una conferencia o hacer una intervención pública delante de mucha gente. Y, para sorpresa de los científicos, los resultados fueron significativamente diferentes en los dos grupos.