Las repercusiones de la pandemia del coronavirus no afectan solamente al cuerpo y al sistema respiratorio. Tantos meses de incertidumbre, de miedo y de tensión están pasando factura. No en vano, desde la llegada del covid-19 se estuvo hablando de una “pandemia de salud mental”, y muchos sanitarios del ramo han dado la voz de alarma en este sentido. Estrés, ansiedad y depresión son dolencias psíquicas que están afectando a cada vez más personas, en nuestro país y en todo el mundo.
La aparición de estos trastornos psicológicos está íntimamente ligada a las condiciones de vida de las personas. La pérdida de garantías y de seguridad vital, las malas perspectivas económicas y el hundimiento de los planes de futuro son devastadores para la salud mental de cualquiera. Es por ese motivo que urge que las autoridades sanitarias se tomen en serio el gravísimo problema de salud psicológica que ya tenemos encima. Pero, mientras que las instituciones espabilan, hay cosas que están en nuestra mano para conseguir un mayor equilibrio mental.
2Dos metodologías
Los investigadores, todos pertenecientes a la Universidad de Georgetown, seleccionaron a 89 personas que sufrían un trastorno de ansiedad generalizada para aplicarles diferentes tratamientos. Uno de los grupos se sometió durante ocho semanas a un curso de mindfulness orientado a la reducción del estrés. Dichas clases se basaban básicamente en la práctica de la meditación y, al final de cada sesión, los participantes debían consignar hasta qué punto se sentían más relajados que al comienzo de la sesión.
Esta metodología fue creada en el año 1979 por el doctor Jon Kabat-Zinn, profesor de la Universidad de Massachusetts. Según los datos ofrecidos por la web de la facultad de medicina de dicha academia, este método ha ayudado ya a casi 25.000 personas a superar sus problemas.