Cuando se trata de cocinar, sin duda alguna que el aceite de oliva y el aceite de girasol se llevan los máximos honores en cuanto a las preparaciones diarias que solemos realizar. Y es que, tienen una diversidad de propiedades que resultan las mejores de cara a la salud y esa calidad en las comidas que llegan a ofrecer cada una de las versiones. Desde luego que existen diferencias sustanciales que hacen de uno el mejor y otro que si bien tiene ciertas consideraciones para ser utilizado, quedaría como en el segundo lugar.
Por supuesto que también depende del cristal con el que se mire el producto, pero tenemos que reconocer que ambos aceites se han robado el corazón de muchas familias y se han convertido en esenciales dentro de la alimentación diaria. A continuación, te vamos a presentar una serie de consideraciones sobre el aceite de oliva y el aceite de girasol para que conozcas sus propiedades y características, y sepas cuál es el mejor para cocinar en casa. Quédate hasta el final porque tendrás información de la buena para sumar experiencias gratificantes en tu cocina.
6Una dura batalla entre el aceite de oliva y el aceite de girasol
Otra de las consideraciones que se hace notar sobre el hecho de que se recomiende usar más aceite de oliva que el aceite de girasol es el ejemplo de los pigmentos que se añaden al aceite de oliva, se llaman clorofílicos y carotenoides. Con estos pigmentos, el sabor, color, y por si fuera poco el aroma tendrá un efecto más saludable en comparación con el de girasol.
Todo este es origen viene del fruto llamado la oliva y se extrae a través de procesos físicos con conservación en todo momento. Por otro lado, el aceite de girasol viene de una semilla que se extrae con la utilización de los conocidos disolventes orgánicos, y posteriormente es refinada. En este proceso, el girasol pierde muchos compuestos, y no tiene los mismos sabores originales.