Cuando se trata de cocinar, sin duda alguna que el aceite de oliva y el aceite de girasol se llevan los máximos honores en cuanto a las preparaciones diarias que solemos realizar. Y es que, tienen una diversidad de propiedades que resultan las mejores de cara a la salud y esa calidad en las comidas que llegan a ofrecer cada una de las versiones. Desde luego que existen diferencias sustanciales que hacen de uno el mejor y otro que si bien tiene ciertas consideraciones para ser utilizado, quedaría como en el segundo lugar.
Por supuesto que también depende del cristal con el que se mire el producto, pero tenemos que reconocer que ambos aceites se han robado el corazón de muchas familias y se han convertido en esenciales dentro de la alimentación diaria. A continuación, te vamos a presentar una serie de consideraciones sobre el aceite de oliva y el aceite de girasol para que conozcas sus propiedades y características, y sepas cuál es el mejor para cocinar en casa. Quédate hasta el final porque tendrás información de la buena para sumar experiencias gratificantes en tu cocina.
5¿Para dónde se inclina la balanza?
Los resultados orientan que el aceite de oliva resulta mejor para cocinar. No obstante, el aceite de girasol sigue teniendo su protagonismo, porque nadie le puede quitar las múltiples propiedades que trae y los beneficios para el organismo.
Lo que pasa es que la mirada de los expertos va mucho más allá, y han destacado que no solamente son las propiedades, sino que también existen compuestos minoritarios que tiene el aceite de oliva y no se pueden ver en el aceite de girasol. Hablamos de los olifenoles, como tirosol e hidroxitirosol. Los mismos vienen a brindar esa protección desde el apartado cardivascular, que acompaña con sus acciones antioxidantes y antinflamatorias.