UGT ha reclamado adoptar planes de contingencia en las residencias, así como garantizar que los protocolos de derivación hospitalaria de los usuarios no tengan en cuenta la edad sino criterios de salud, ante esta segunda ola de la pandemia «que se aventura más larga que la anterior» y reclama una auditoría sobre lo ocurrido en estos centros.
«La pandemia se ha vuelto a imponer y los datos epidemiológicos de esta segunda ola, empiezan a ser más preocupantes que los del pasado marzo», advierte UGT, que considera necesaria la adopción de medidas que permitan reducir la tendencia ascendente del número de casos de personas afectadas para «evitar los niveles de sobrecarga del sistema sanitario y de los servicios sociales», como ocurrió en la primera ola.
Si bien UGT cree que el llamado ‘escudo social’ ha paliado algunas de las consecuencias de esta pandemia, considera que «no es suficiente aún para dar respuesta a las personas más vulnerables, como son las personas usuarias de los servicios sociales; las personas en situación de dependencia; las personas mayores; las personas con algún tipo de discapacidad; personas con movilidad reducida o la pobreza infantil».
Por todo ello, ante esta nueva ola de la pandemia, el sindicato reclama, en primer lugar, que se garantice un entorno libre de virus, implementando las medidas de protección recomendadas por el Ministerio de Sanidad, dando equipos de protección, de manera prioritaria, a los profesionales de los servicios públicos esenciales para prevenir el contagio y realizar test de detección del virus, de forma continuada, a trabajadores, nuevas incorporaciones y usuarios.
También pide que se refuercen las prestaciones de los servicios sociales, planificando los servicios y organizando los recursos más adecuados para garantizar una atención «de calidad y continua», prestando «especial atención a las unidades familiares con menores, familias monoparentales, a las situaciones de soledad no deseada, personas en riesgo de exclusión, dependencia o discapacidad».
Asimismo, apuesta por ampliar la cobertura de las Rentas Mínimas de Inserción, tanto en número de usuarios como en la cantidad económica, con su consideración de derecho subjetivo, «facilitando su acceso y agilizando su tramitación, de manera que se garanticen unos ingresos, de manera casi inmediata a la aparición del estado de necesidad».
Igualmente, UGT propone reforzar el servicio de ayuda a domicilio (SAD), en especial, ante un posible nuevo confinamiento y el cierre de los centros de atención, y el servicio de teleasistencia para facilitar la comunicación a las personas que viven solas y que sean mayores de 65 años.
Además, UGT defiende una reforma estructural del modelo residencial que garantice «una atención centrada en la persona, integral y continuada, promoviendo su autonomía y potenciando sus capacidades».
Finalmente, el sindicato plantea incrementar el crédito presupuestario de los servicios sociales, para reforzar el escudo social del gobierno ante la crisis del COVID-19.