Muchas personas en todo el mundo tiene la suerte de desempañarse en las cosas que los apasionan, pero otras tantas deben trabajar en ocupaciones que no les agradan obligados por deseos de terceros o por una necesidad extrema. Se podría pensar que en el mundo del deporte eso sería imposible que ocurriera; porque los deportistas no solo ganan dinero y fama, también mucho prestigio al estar en una cancha o pista. No obstante, extraña mucho la asiduidad con lo que esto ocurre y en el tenis se puede encontrar bastantes ejemplos; pero ninguno tan importante como Andre Agassi.
El estadounidense ha declaro en múltiples oportunidades que odia el deporte que le hizo ganar millones de dólares durante toda su carrera; además de muchos de los trofeos más prestigiosos que existen en el deporte blanco (obtuvo varias veces los cuatro Grand Slam) y todo debido a que su padre lo obligaba a jugar desde pequeño. Sin embargo, el oriundo de Las Vegas no es el único, como él hay muchos otros cracks que aborrecen el tenis y ahora viven de él. Uno de los últimos en manifestarse al respecto ha sido un Nick Kyrgios que siempre ha tenido una relación algo difícil con este gran deporte.
Relación odio-amor ente el Kyrgios y el tenis
Kyrgios se encuentra en Australia preparándose para lo que será la campaña del 2021, debido a que decidió no participar en ningún otro torneo durante este 2020 por la pandemia del coronavirus; pero el tiempo libre le ha permitido pensar mucho y, al más puro estilo de Agassi, recordar la difícil relación que ha tenido con el tenis. En una entrevista para la cadena ‘ABC’, el australiano aseguró que su andar en el mundo de al raqueta ha sido muy complicada, lo que ha desencadenado en algunas ocasiones ame este deporte, pero en otras oportunidades lo odie en extremo.
“A veces, el tenis es un deporte de mierda. Es tan frustrante que tienes que ser increíblemente paciente. Y perder es una mierda; pierdes muchas veces en el tenis. Pero sabes que en realidad hay momentos en los que me encanta entrenar, me encanta jugar. Y hay momentos en los que lo odio», reconoció muy fácil Kyrgios ante las entrevistadoras. El de Canberra es uno de los jugadores con más talento del circuito, la cosa es que toda su calidad la combina con declaraciones de ese tipo y con una falta de profesionalismo tan impresionante, que le terminan restando crédito.
El australiano detesta es perder
Pese a su actitud de «chico problema» y ese desinterés que le muestra hacia el tenis, Kyrgios si que dejó claro que lo que más detesta es perder; porque realmente es muy competitivo en todo lo que se propone a hacer. Aunque al deporte que practica y que le ha permitido vivir muy bien, pues no le tiene mucho cariño; en realidad detesta no ganar y más cuando lucha contra los mejores.
«A ningún tenista le gusta perder un partido, pero es parte del juego y los jugadores tienen que aceptarlo. Nunca acepto perder, para ser honesto. Soy bastante malo en eso. A todo lo que juego soy muy competitivo”, agregó muy seguro. Con el australiano no hay grises, siempre es negro o blanco y en su relación odio-amor con el tenis pasa igual. Por ahora seguirá al igual que Agassi hasta que se retire; pero tal vez sin toda la gloria que cosechó el norteamericano.