La Presidenta del Senado ve «retroceso» en el empoderamiento femenino por el Covid-19

La presidenta del Senado, Pilar Llop, ha aprovechado el vigésimo aniversario de la resolución 1325 de Naciones Unidas en la que se instaba a la protección de mujeres y niñas en zonas de guerra para advertir de un posible «retroceso» en el empoderamiento de las mujeres producido por la pandemia del coronavirus.

En un artículo en el diario ‘Público’, la presidenta de la Cámara Alta ha lamentado que la epidemia sanitaria del Covid-19 haya puesto de relieve «la fragilidad» de las estructuras sociales que se están construyendo: «Y eso nos lleva a la conclusión de que tal vez estemos retrocediendo».

Llop ha celebrado este veinte aniversario de la resolución por la que se instaba a la sociedad civil y a los gobiernos a proteger a la mujer en situaciones de guerra. En ese mismo dictamen, también se exigía la participación activa en los procesos de paz derivados de los conflictos bélicos.

Eso sí, aunque ha asegurado que con esta resolución se han perfilado las lineas maestras de una nueva sociedad «más igualitaria», considera que «lamentablemente» todavía no se ha avanzado lo suficiente en el cumplimiento de una agenda feminista internacional.

Por ello, cree que todavía pervive una «realidad inquietante» en la que aún las mujeres siguen ancladas en un «rácano» 4% de firmantes de los acuerdos de paz y seguridad.

«Las mujeres siguen quedando excluidas de las negociaciones de paz. Entre 1992 y 2018 representaban el 13% de las negociadoras, el 3% entre quienes mediaban y sólo el 4% los firmantes de las resoluciones de paz. Siempre en el ámbito de Naciones Unidas, un estudio analizó 82 acuerdos de paz en 42 conflictos armados entre 1989 y 2011 y determinó que los acuerdos firmados por mujeres estaban asociados a una paz más duradera. Pero no es este el último escollo que hay que superar. Textos de paz de contenido feminista se convierten en papel mojado cuando se les asigna una financiación irrisoria. Este desequilibrio ocurre frecuentemente. Palabras, buenas intenciones, pocos hechos.», censura la presidenta del Senado.

REIVINDICA EL PAPEL DE LAS JEFAS DE GOBIERNO

Con todo, considera que la pandemia que ha azotado todo el mundo también se ha convertido en una oportunidad para «hacer visible la capacidad del liderazgo femenino», a pesar de que tan sólo dos docenas de países están dirigidos por mujeres.

En este sentido, ha puesto en valor la gestión de la canciller alemana, Ángela Merkel, la presidenta de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, la de Taiwan, Tsai-Ing Wen, y la de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen: «Las mujeres no sólo estamos llamadas a liderar; queremos hacerlo».

«De nosotras, las mujeres, depende un futuro más sostenible, igualitario y justo. La violencia es la peor de nuestras amenazas y debemos allanar el camino para que, con la educación, la promoción y el apoyo financiero, las líderes de las zonas en conflicto sean agentes activos de paz. Tenemos las bases y estamos en el camino», sentencia Llop.