La organización SEO/BirdLife ha llamado a conservar y fomentar la biodiversidad en entornos urbanos con su programa de Biodiversidad Urbana con motivo del Día Mundial de las Ciudades, que se celebra este sábado 30 de octubre.
Debido al impacto en la sociedad por la COVID-19, la ONG considera que ahora «más que nunca» es imprescindible que se dé a la biodiversidad urbana la importancia que se merece. Por ello, expone las distintas experiencias exitosas desarrolladas en ciudades como Santander, Segovia, Madrid o Valencia, entre otras.
El pasado mes de marzo, con la colaboración de Pastoret, Awaplanet y de los Ayuntamientos de Madrid y de Barcelona, el grupo puso en marcha un proyecto piloto para evaluar la eficacia de los comederos para gorriones en estas ciudades.
Entre diciembre de 2019 y enero de 2020 se instalaron comederos y se suministró comida en 30 puntos de alimentación de Madrid y 20 puntos en Barcelona en centros educativos, huertos urbanos, parques y jardines, centros de interpretación y aulas ambientales.
Los responsables de cada espacio accedieron a formar parte del proyecto de manera voluntaria y se comprometieron a realizar el mantenimiento de los comederos y el seguimiento del uso que las aves hacían de los mismos.
Este proyecto se vio interferido por el confinamiento originado por el coronavirus, por lo que los resultados se vieron condicionados por esta excepcional situación. Sin embargo, SEO/BirdLife destaca que en total se han registrado 22 especies de aves que han acudido a alimentarse a los comederos (13 en Barcelona y 18 en Madrid). La especie que más ha frecuentado (35% de lo registrado) los comederos ha sido el gorrión común, principal objetivo del proyecto, seguido por el carbonero común, el herrerillo común y el petirrojo europeo.
En este sentido, los comederos con más diversidad de especies han sido los situados en el centro y periferia, lo que según la organización puede ser por la falta de alimento de alta calidad en estas áreas y por el carácter explorador que tienen las aves que más se adentran en la ciudad.
«Esto lleva a pensar que la instalación de los puntos de alimentación podría tener un efecto positivo para el gorrión común y que los comederos serían especialmente útiles para las aves en las zonas más urbanizadas y, por tanto, con menos fuentes de alimento de calidad, aunque sería necesario el seguimiento adecuado de las poblaciones de gorriones y un estudio científico en torno a los comederos más amplio que lo corrobore» ha explicado la coordinadora del programa, Beatriz Sánchez.