Fregata Space, la compañía que transforma imágenes satelitales en información de alta resolución, es capaz de evitar que más de ocho millones de toneladas de plásticos acaben cada año en los océanos con tecnologías propias de Big Data y Machine Learning y el ecosistema New Space.
Esto ha sido posible a partir de imágenes satelitales, que monitorizan las costas y las desembocaduras de los ríos para capturar esos residuos antes de que lleguen a mar abierto, como detalla la compañía.
Fregata Space explica que un sistema de sensores loT detecta el volumen de residuos y los diferentes puntos de limpieza y mediante una aplicación móvil organiza automáticamente la recogida y reciclaje de los plásticos, que se subastan en tiempo real entre empresas locales de gestión de residuos para darles una segunda vida.
«El espacio ha dejado de ser un lugar reservado solo para unos pocos, de ahí que surja la necesidad de aprovechar de forma adecuada activos que ofrece –como la observación terrestre– para solucionar problemas del planeta como el que plantea la excesiva cantidad de residuos plásticos que acaban en los océano», ha asegurado la fundadora y CEO de Fregata Space, María Fernanda.
Las aplicaciones de la tecnología New Space en el ámbito de la biodiversidad marina, según detalla Fragate Space, es uno de los principales temas que se debaten este viernes en el III New Space Atlantic Summit con el objetivo de contribuir desde la industria espacial a la preservación y gestión de recursos marinos, sobre todo teniendo en cuenta que, si no se da respuesta a esta crisis internacional, para 2050 habrá más basura que peces en los océanos.
La compañía también ha informado de que tiene en marcha diversos proyectos piloto para probar la efectividad de esta microeconomía local con un enfoque holístico en ciudades como La Romana, en República Dominicana.
La empresa, en colaboración con la Fundación Proactiva, está implementando esta tecnología para acotar el problema de gestión de residuos imperante en esta zona. Así, monitoriza desde el espacio el volumen de plásticos, gestiona su retirada y les ofrece una segunda vida útil, empleando, además, mano de obra local.