Fácil, sencillo y delicioso. Ideal para esas tardes tontas y golosas, sin mucho que hacer, en la que nos apetece meternos una sobredosis de azúcar. Porque el caramelo líquido es, al fin y al cabo, un complemento para acompañar nuestros postres. Por ejemplo, un flan, un bizcocho o un tocinillo de hielo. Aunque eso de hacer caramelo parezca brujería de alta cocina, tranquilo. Nada más lejos de la realidad.
La otra opción para hacer caramelo líquido, usando un cazo y poniéndolo al fuego, es bastante similar a esta. Hay quien dice que el sabor no es exactamente el mismo si se cocina a microondas que si se hace al fuego. Además, puede ser que cocinarlo en olla nos facilite más controlar la temperatura y la cocción del caramelo.
Pero es importante ser una persona de recursos, y quién sabe cuándo puede necesitar uno hacer caramelo sin tener un fuego y un cazo a mano. Esta es una receta rápida, casi instantánea, que te puede solucionar la merienda en un periquete. ¡Empezamos!
2Primeros pasos
Antes de nada, debes asegurarte de que dispones de un cacharro o recipiente de cristal que pueda meterse en el microondas sin romperse. Y por unos cuantos minutos. No es recomendable intentar hacer caramelo con un recipiente de plástico, como un tupper, pues es muy probable que el caramelo se acabe pegando al fondo.
Una vez que tengas fichado el recipiente necesario, vierte en él los ingredientes: agua y azúcar. Mézclalo todo bien con la cuchara hasta que el azúcar se humedezca. Y una pista importante: el azúcar no puede quedar nadando en el agua, formando una capilla arriba. Remueve hasta que esté disuelta del todo.