La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha advertido de las graves consecuencias que pueden acarrear la ingesta de dulces típicos de Halloween, como golosinas, en niños que padecen cualquier tipo de alergia alimentaria.
«Cualquier golosina puede contener algunos de los alérgenos más comunes como son la leche, frutos secos o huevos», han alertado los alergólogos a través de un comunicado.
Los expertos coinciden en que no se deben relajar las medidas de seguridad con respecto al coronavirus y utilizar en todo momento mascarilla y gel hidroalcohólico de desinfección en el caso de que los niños estén expuestos al intercambio de dulces y a la manipulación de las golosinas, además de respetar la distancia de seguridad.
Una persona con alergia a un alimento puede presentar picores, ronchas o habones en la piel, hinchazón de labios, vómitos, diarrea o síntomas respiratorios entre otros; pero en los casos más graves pueden experimentar una reacción anafiláctica. Una anafilaxia es el tipo de reacción alérgica más grave y puede ser incluso mortal.
Desde el Comité de Alergia de Alimentos de la SEAIC se proponen una serie de consejos dirigidos a los padres y a los cuidadores de los niños alérgicos, como utilizar recipientes separados y bien identificados para evitar contaminación cruzada; así como informar a los pequeños de que no deben compartir ningún alimento o golosina sin ser revisados previamente por un adulto.
De la misma forma, instan a evitar el látex a la hora de preparar alimentos, en el maquillaje y en los regalos. Antes de salir de casa, piden comprobar que se lleva toda la medicación de rescate que el alergólogo ha recomendado al pequeño, especialmente la adrenalina autoinyectable.
Asimismo, piden evitar que le pinten la cara al niño con maquillaje o que lleve una máscara que tape toda la cara, pues pueden dificultar la identificación de una reacción alérgica y empeorar los síntomas de asma o dificultad para respirar.