Producto nacional, que nunca está de más apoyar a la industria patria, y más aún en situaciones como la actual. Es el caso de SIBOL, una compañía con sede en la localidad vasca de Zamudio que lleva fabricando mascarillas y Equipos de Protección Individual (EPI) desde el comienzo de la pandemia. Iñaki Muñoyerro es el presidente de una empresa que, con treinta y cinco años de recorrido, es una de las dos que se dedican en España a fabricar mascarillas autofiltrantes FFP2.
En los primeros meses de la pandemia, la empresa sufrió la saturación y la falta de recursos para sacar adelante los pedidos. “Recibíamos peticiones cada quince minutos”, ha contado Muñoyerro a Equipo de Investigación, el programa de La Sexta. Fueron semanas de confusión, escasez y desconcierto. Nuestro país ha exportado de China desde marzo más de 5000 millones de mascarillas, que nos llegan por barco o por avión. Tenemos una alternativa más cercana, y puede que más segura.
1Un esfuerzo sobrehumano
SIBOL se dedica en general a fabricar protecciones sanitarias de diversa clase, además de mascarillas. Produce también protecciones oculares, auriculares, colectivas y respiratorias. En la larga historia de la empresa, jamás se habían visto obligados a enfrentarse a una situación como la actual.
Según ha contado el propio Muñoyerro en televisión, todos los trabajadores de la empresa llevan trabajando desde enero “en tres turnos sin parar, 24 horas al día. Incluso sábados, domingos y festivos”. Y, según evoluciona la situación, es de prever que este ritmo de trabajo aún deba alargarse varios meses más.