Ayer la NASA anunció un descubrimiento de gran envergadura y trascendencia. Por primera vez, la agencia de investigación espacial confirmaba la existencia de agua en la Luna . El descubrimiento tiene numerosas implicaciones, pero una de las más inmediatas es la posibilidad de acceder a ese agua.
Hasta ahora, se pensaba que solamente había agua en el polo sur de la la Luna, congelada a la sombra de los cráteres. Una parte de la investigación ha establecido que estas zonas, llamadas “trampas frías”, podrían contener unos 15.000 kilómetros cuadrados de agua. ¿Que significa para la ciencia este descubrimiento, y qué aplicaciones futuras podrá tener?
4Limitaciones técnicas
El doctor Nick Tothill, físico de la Wester Sidney University y experto en estos temas, ha declarado para medios estadounidenses que “el problema era que la pista de agua congelada que ya habíamos encontrado solo nos decía que había átomos de oxígeno y de hidrógeno juntos. En la Tierra, eso significa seguramente que hay agua. En la Luna, sin embargo, no podemos estar tan seguros de que sea así”.
El problema estribaba en las limitaciones del equipo técnico que utilizó el anterior equipo. Sus máquinas solo podían lanzar ondas a una profundidad de tres micrómetros, lo cual es insuficiente para poder distinguir el hidroxilo del agua. Gracias al nuevo equipamiento, con un alcance mucho mayor, se ha podido resolver al fin el misterio.