‘Maje’ niega que pidiera a su examante Salva que matara a su marido

María Jesús M.C., conocida como Maje, ha negado cualquier tipo de participación, planificación o deseo de la muerte de su marido, Antonio, cuyo cadáver fue hallado el 16 de agosto de 2017 en un garaje del barrio valenciano de Patraix con seis puñaladas. Y ha apuntado a Salvador R.L., uno de sus amantes: «Nunca le pedí que le matara. Lo encubrí pero no lo planifiqué».

Tanto Maje como Salva, ambos compañeros de trabajo en un hospital valenciano, han podido defenderse este martes en el juicio que se sigue contra ellos ante un jurado popular por el crimen del marido de ella, por el que la Fiscalía pide 22 años de cárcel para la acusada –la acusación particular 25– y otros 18 años para él –la acusación 20–.

Sus versiones han sido contrarias y mientras Salva, el primero en declarar, ha confesado el crimen pero ha explicado que fue Maje la que le pidió que lo hiciera, ella lo ha negado. «No es cierto que yo planificara y acordara con Salva acabar con la vida de Antonio. Jamás, nunca hablamos de eso. Solo de problemas en mi matrimonio, pero nunca le he pedido eso. Imposible», ha mantenido a lo largo del interrogatorio.

En esta línea, ha insistido: «No preparé con Salva ningún crimen», y ha asegurado que le dio a su examante las llaves del garaje, de su casa y de su coche mucho antes del asesinato. Ha afirmado que alguna vez sí mantuvo alguna conversación con Salva en la que él le había dicho «de cachondeo» que Antonio se merecía un buen toque de atención. Pero ha negado que supiera que el día 16 fuera a darle un susto –pese a lo que declaró ante la Policía–.

«Compartía todo con él, lo sabíamos todo el uno del otro», ha insistido la acusada durante el juicio, a lo que el fiscal le ha preguntado: «¿Compartían todo menos el crimen?», y ha respondido: «sí, menos el crimen». «Y no lo denuncié porque quería pasar página, tenía que olvidar esto», ha apostillado.

La acusada, de 30 años, ha recordado que conoció a Salva en 2015 en el hospital: «Empezó como una relación de buen rollo que acabó convirtiéndose en amistad. Contaba con él para problemas que surgieran, se afianzaron lazos y comenzamos una relación porque yo tenía altibajos con Antonio», ha explicado.

Además de Salva, la acusada ha reconocido otras relaciones con otros chicos, y ha asumido que a uno de ellos le contó la «mentira» de que tenía cáncer «como excusa porque estaba muy saturada, porque solo quería quedar conmigo y no podía», ha dicho.

Sin embargo, se llegó a casar con Antonio, aunque «con dudas» y luego siguió su relación con Salva, a quien le contaba sus «problemas» con su marido, sus discusiones. «Le decía que psicológicamente me notaba bastante afectada por frases que Antonio me soltaba porque desconfiaba de mí, con todo el motivo», ha aclarado.

NO ESTABA ENAMORADA

La acusada ha aseverado que no ha llegado a estar enamorada de Salva, de 50 años, pese a las cartas de «amor» que le escribía y se han exhibido en el juicio: «Me cuidaba, me protegía, estaba encima de mí y así lo reflejaría en las cartas. Pero no he estado enamorada de él», ha subrayado.

Maje también ha negado que le dijera a Salva que quería que se muriera su marido, y en este punto el fiscal le ha recordado que sí se lo comentó a otro amante, Tomás, según una conversación de Telegram que se ha reproducido, en la que ella le decía: «Quiero que se muera, le deseo un mal. Esto lo va a pagar cara».

Al respecto, la acusada ha explicado que se expresó de esta manera porque estaba viviendo una situación «angustiosa», y ella también quería «morirse». «No podía más. Esas palabras las escribí pero no quiere decir que lo desease», ha insistido.

CAMBIO DE TURNO 10 DÍAS ANTES

El día 3 de agosto de 2017 Salva ha explicado ante el tribunal que fue cuando quedó con Maje en que el crimen se iba a cometer el 16 por la mañana. Y en esa misma jornada, el ministerio público le ha leído a la acusada un mensaje que le mandó a su marido en el que le avisaba de que se había cambiado el turno de noche en el hospital de la noche del 14 por la del 15. Preguntada por qué le avisó a Antonio con tanta antelación sobre esta modificación, ha dicho que no lo sabe. «¿Es una coincidencia?», le ha interpelado, a lo que ha contestado: «sí».

El día en que se cometió el crimen, Maje ha narrado que por la mañana se fue a trabajar a una residencia de monjas de Torrent y Salva le mandó un mensaje para verse porque tenía algo que contarle. En este punto, el acusado ha declarado que fue ella la que le pidió quedar y que sabía lo que había pasado porque habían quedado en que él cambiaría el estado de WhatsApp tras el crimen.

Tras salir de trabajar, Maje acudió a casa de su hermana para verse con Salva y allí le contó que había estado en el garaje con Antonio, que se habían peleado y que le había dado un mal golpe y lo había matado: «Me comentó que Antonio había hablado mal de mí y que él le contestó que no me merecía esto y le dio un mal golpe», ha reproducido.

Tras ello, ha narrado que se puso en «shock», «a llorar». «No me lo creía viniendo de él», ha aseverado y, preguntada por qué no lo contó a la Policía, ha respondido: «Me acobardé y tenía miedo a la situación».

Meses más tarde continuaron su relación porque a Salva, ha comentado, le seguía teniendo aprecio. «Aunque ya fue más distante, me costaba mucho», ha puntualizado. No volvieron a hablar del crimen hasta que se enteraron de que la Policía tenía a un sospechoso.

Una vez en prisión mantuvieron una relación a través de cartas porque se veía «sola»: «El es mi único apoyo y así lo sentía en la cárcel», ha descrito. Con el paso del tiempo puso fin a la relación: «Se había ido de las manos, no podía seguir estando con la persona que había matado a mi marido y se acabó», ha apostillado.

Para concluir su intervención, Maje ha querido perdón a la familia de Antonio: «Me arrepiento mucho de no haber sido valiente y de no haber ido a la Policía porque lo que pasó es muy fuerte y pido perdón a la familia de Antonio. Me arrepiento de mi cobardía, de haber pensado en mí y no en hacer honor a Antonio».