Cómo hacer unas truchas en escabeche bajas en calorías

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En este artículo queremos dejarnos de tonterías e ir con un plato que va a dejar a tus invitados con la boca abierta y babeando. La trucha es un pescado perfecto para cualquier ocasión, además es rico en selenio, fósforo, potasio, magnesio y tiene vitaminas del grupo B. Es un alimento esencial en nuestra nutrición y ayuda a fortalecer los músculos y huesos.

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No me ha quedado claro cómo limpiar las truchas, ¿cómo lo hago?

Para limpiar las truchas lo primero que debemos hacer es enjuagarlas y colocarlas de costado. Luego debemos cortar desde el ano hasta la garganta. Si no sabéis dónde está el ano, es como un pequeño agujero redondo en la parte inferior de la trucha. Debemos cortar desde ahí hasta la cabeza. Luego utiliza el cuchillo para separar las vísceras de la cabeza. Es decir, debemos atravesar la piel con el cuchillo hasta conectar con la base curvada de las branquias y la cabeza.

Después llega la parte en la que debemos abrir el cuerpo y extraer las vísceras para limpiarlas correctamente. Es importante que sujetemos el pescado por la mandíbula con una mano y con la otra tiremos de las vísceras. Luego debemos limpiar bien la parte interior del pescado. En el caso de que no tengas espacio en la fuente para la trucha entera, siempre puedes cortar la cabeza y reservarla para hacer alguna sopa de pescado. De esta manera, harás más espacio de manera eficiente. Si decides retirar la cabeza, introduce el cuchillo en el corte inicial que hiciste para las vísceras y presiona firmemente hacia abajo. También podemos dejar la aleta dorsal o quitarla de las misma manera. Sin embargo, para esta debemos sujetar bien la trucha y hacer un corte superficial.

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