El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha definido este lunes al periodista José María Calleja, fallecido en abril a los 64 años víctima del coronavirus, como un «ejemplo de memoria viva» que puso «a las víctimas» de ETA «en el centro», cuya labor como periodista sirvió para romper «el silencio patológico que existió durante muchos años» y que «afectó negativamente» a la sociedad vasca.
Así se ha pronunciado el ministro durante la presentación del libro ‘Compañeros del metal, miradas a la figura de José María Calleja’, a la que también ha acudido la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, y los periodistas Luis R. Aizpeolea y Eva Orúe.
Grande-Marlaska ha señalado que Calleja representa «una lección de dignidad», «el ejemplo de memoria viva» que recuerda que «sin memoria no podemos vencer a ETA ni construir el futuro». El ministro ha destacado que la labor del periodista puso «a las víctimas en el centro» para que la «historia gravite» sobre ellas y la defensa de los derechos humanos.
Lo hizo, ha asegurado Grande-Marlaska, como profesional en la televisión pública ETB, donde presentó el informativo ‘Teleberri’. Su figura, ha defendido el titular de Interior, «motivó» que muchos ciudadanos «salieran a la calle» y no silenciaran «la oposición al terrorismo» ni el «silencio patológico que existió durante muchos años y que afectó negativamente a la sociedad vasca».
En este sentido, ha alabado los «valores tan importantes» de Calleja, que con 18 años «hizo frente a la violencia franquista». «Una persona formada en esos valores, ante el terrorismo, se tenía que poner en el campo de los DDHH y las víctimas que no tenían palabras», ha resaltado Grande-Marlaska.
Así, ha subrayado su «talante, carácter y personalidad», con unos «valores tan firmes» que convirtieron a Calleja en una persona «sabia» y «valiente» que a los demás «nos hace un poco menos cobarde».