Todos conocemos esa sensación. De pronto, sin que entendamos muy bien por qué, empezamos a hipar sin poder parar. Es siempre un momento incómodo y que, aunque no vaya a suponernos ningún problema serio de salud, nos urge atajarlo lo antes posible. ¿Y quién no ha oído decenas, tal vez cientos de trucos que, se supone, ayudan a combatir el hipo y cortarlo de raíz?
Lo cierto es que no existen muchos estudios científicos que hayan analizado en detalle esta cuestión. No hay nada definitivo que nos permita garantizar por qué de una forma sí y de otra forma no. Pero sí que hay trucos más o menos útiles y eficaces para acabar rápido y de forma segura con esa sensación tan molesta del hipo.
6Hacer presión
Además de las respiraciones y de comer y beber, es posible atajar el hipo haciendo presión sobre ciertos puntos el cuerpo. Por ejemplo, tirar de tu lengua hacia fuera estimula los músculos de la garganta, lo que puede llevar a afectar también al diafragma.
Puestos a presionar, puedes hacer presión directamente sobre el diafragma, en el abdomen, justo debajo del esternón. Un truco mítico es el de tragar agua mientras te tapas la nariz, evitando así que te entre aire en los pulmones. Hay trucos que dicen que es útil apretarse la palma de la mano con el dedo pulgar o masajear la arteria carótida, situada a ambos lados del cuello.