Los consejeros delegados de Santander, Sabadell y CaixaBank han vuelto a salir en defensa del pago de dividendos para mantener el atractivo del sector para los inversores y su acceso al mercado.
En un debate entre los banqueros organizado por Accenture y ‘El Economista’ en el seno del III Foro Banca, el consejero delegado de Banco Sabadell, Jaume Guardiola, ha reconocido que medidas de cautela como las que ha tomado el Banco Central Europeo (BCE) al recomendar que no se pagasen dividendos son «apropiadas en momentos puntuales», pero ha insistido en que deben ser temporales por el efecto que tienen en el coste de capital de la banca.
Según ha puesto de manifiesto, los bancos se enfrentan a una situación muy compleja, con tipos de interés estructuralmente negativos, compitiendo en un mundo global que requiere numerosas inversiones para estar a la altura del proceso de digitalización y con un incremento de las provisiones por la crisis del coronavirus, lo que hace que la banca «sea un sector poco atractivo para los inversores».
«Si el coste de capital se convierte en muy elevado y acaba produciendo que el sector no sea invertible, eso a medio plazo puede provocar un cierto estrangulamiento del crecimiento económico en un momento en que la banca tiene que seguir demostrando que es un claro distribuidor», ha explicado Guardiola, quien confía en que las autoridades considerarán eliminar la restricción al pago de dividendos en 2021.
De su lado, el consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha incidido en que mantener el acceso de los bancos al mercado es «crítico». Según ha apuntado, el sector ha elevado su nivel de capital y solvencia, pero también es muy importante el flujo de capital, cuyos componentes son los resultados generados y el acceso al mercado.
«En lo peor de la crisis griega, todos los bancos griegos fueron capaces de levantar capital del mercado. Habrá inversores que piensen que el sector bancario es atractivo, otros que no, pero si a eso le añadimos una recomendación de no pagar dividendo el atractivo cae. Eso puede ser temporal, pero las entidades que tengan capacidad para hacerlo, ¿por qué no van a poder pagar dividendos?«, ha cuestionado Álvarez, quien cree que detrás de la recomendación general para todo el sector «hay un temor» desde el punto de vista de los reguladores de «empezar a señalar» a entidades.
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha compartido las opiniones de sus competidores y ha añadido que, en un año como 2020, en el que va a caer la rentabilidad de las entidades, los dividendos que se puedan pagar serán menores. «Esa tendencia de que las cosas van peor y se refleja en los dividendos me parece lógico, pero, aún no habiendo toda la visibilidad que nos gustaría, hay más que en marzo y lo lógico es permitir un pago de un dividendo razonable», ha propuesto.
Además, Gortázar ha recordado que los destinatarios del dividendo pueden necesitarlo, como es el caso de la obra social de su grupo, que se nutre de los dividendos. «En un momento de crisis como ahora, esa tarea es más extraordinaria que nunca, no me parece lógico cortar ese flujo», ha lamentado.