El Gobierno venezolano ha denunciado la «complicidad» de la Embajada española en Caracas en la «hostil» fuga del dirigente opositor Leopoldo López, que ha llegado este domingo a España tras salir clandestinamente del país. López era «huésped» del embajador español en Venezuela, Jesús Silva.
Venezuela «denuncia el incumplimiento flagrante de las disposiciones fundamentales de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas por parte del Reino de España», ha publicado en una nota el Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano.
«El jefe de la misión diplomática española en Venezuela fungió como principal organizador y cómplice confeso» de la fuga de López, una acción «inaceptable» e «incomprensible» en el marco de una relación bilateral histórica entre dos naciones.
«El Reino de España participa activamente en la fuga ilegal de un peligroso delincuente y decide recibirlo en su territorio sin reparar en las leyes internacionales e incluso en las leyes migratorias españolas y en los acuerdos bilaterales en materia de justicia», ha añadido.
Además se ha referido a las «incesantes acciones injerencistas». La inédita y continua violación del contrato internacional que rige las relaciones civilizadas entre los Estados se remonta, al menos, a 2017 y ha sido protagonizada en territorio venezolano por el embajador español acreditado en Caracas», ha apuntado.
Caracas recuerda que Silva fue expulsado el 25 de enero de 2018 por «reiteradas intromisiones en los asuntos internos» y readmitido en abril siguiente tras acuerdo entre las partes «bajo un renovado compromiso de respeto a las leyes venezolanas e internacionales».
«Muy por el contrario, la práctica diplomática sesgada del representante español se hizo aún más notable al punto de cobijar bajo una figura jurídica inexistente y antijurídica, en la propia residencia de España, a un prófugo condenado (…), responsable entre otros de la muerte y lesiones de centenares de venezolanos en 2014», ha argumentado Caracas.
Venezuela reprocha que López «planificó» a principios de 2020 una operación mercenaria denominada Gedeón «desde el interior de la residencia diplomática española, bajo el conocimiento del embajador Silva». El objetivo de la operación era «asesinar al presidente Nicolás Maduro», según el Ministerio venezolano.
«Esta práctica antidiplomática y hostil (…) dejará una mancha profunda e indeleble», ha concluido el Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano.
DIOSDADO CABELLO
Previamente, el primer vicepresidente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, ha acusado al embajador español en Venezuela, Jesús Silva Fernández, de «facilitar» la salida del «loco» opositor Leopoldo López del país.
«Él era un huésped y los huéspedes no huyen. El embajador tiene que haberlo, aunque sea, acompañado hasta la puerta. Debe haberlo apoyado con algo», ha afirmado Cabello tras participar en el simulacro electoral de cara a las elecciones legislativas del 6 de diciembre en la ciudad de Maturín, estado de Monagas, según recoge el diario venezolano ‘El Nacional’.
«Él puso en una balanza a Venezuela y su amor por lo robado, y ganó su amor por el dinero. Ya lo veremos dentro de poco con el clan de los opositores que han huido del país y ahora están en el extranjero solicitando sanciones e invasiones contra nuestro patria», ha añadido.
Cabello ha destacado que López es un problema de la oposición y no del Gobierno del presidente Nicolás Maduro. «Ellos que vean qué hacen con su loco», ha señalado. En ese sentido, ha indicado que su salida «perjudica» más a la oposición venezolana.
El dirigente ‘chavista’ ha destacado la «cobarde» huida de López, quien está «fundido». «Es muy cobarde. No le podemos pedir a Leopoldo López que tenga un acto de valentía (…). Los cobardes no van a tener un acto de valentía jamás en su vida», ha remachado. Cabello ha recordado que «el 20 de febrero cuando (López) fue capturado, se abrazaba al general Justo Noguera Pietri y le pedía que no lo soltara porque lo ‘iban a matar'».
Leopoldo López ha llegado este domingo a Madrid tras su salida de la residencia oficial del embajador español en Venezuela y tras cruzar clandestinamente la frontera para salir del país.