Momentos complejos y difíciles de solventar en las diversas disciplinas de ‘La Casa Blanca’. El Real Madrid Baloncesto de Pablo Laso se encontraría viviendo situaciones sumamente complicadas en este arranque de temporada 2020/2021.
Si bien es cierto que apenas está comenzando la campaña para el cuadro vikingo y todavía les queda mucho camino por recorrer, las alarmas se habrían encendido en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid, mejor conocido WiZink Center por motivos de patrocinio, luego de la derrota 79-72 en ‘El Clásico’ ante su más acérrimo rival, el Barça.
«El primer cuarto ha sido igualado y en el segundo tiempo hemos estado bien, pero a este nivel si tu no juegas los 40 minutos es muy difícil que consigas partidos. La diferencia del segundo cuarto ha sido definitiva en el partido. No soy de los que piensa mucho en el resultado. Ahora mismo me preocupa que el equipo busque su identidad más allá de los resultados», dijo Pablo Laso en la rueda de prensa post partido.
Asimismo, para nadie es un secreto que el Barça, el cual claramente fue muy superior en todo el encuentro ante el Real Madrid del entrenador oriundo de Vitoria, Álava, terminó humillando por completo al combinado merengue y haciéndoles ser el hazmerreír del mundo, tras pasarles por encima en la primera parte (48-27).
«Creo que, para nosotros, fue muy difícil en la primera mitad igualar su nivel en defensa y en ataque. Estábamos haciendo malos tiros y llegábamos tarde en defensa. Así que en la primera mitad, nos superaron. Nuestra segunda mitad fue mucho mejor. Mostramos ganas y, de alguna manera, intentamos volver al juego usando nuestros cambios defensivos. Abrimos más la pista, pero no fue suficiente para regresar», indicó Pablo Laso a la prensa.
Aunado a esto, el coach del Real Madrid, quien no teme atacar y herir por medio de sus palabras, aseguró a los medios de comunicación que a los jugadores les faltó continuidad para poder voltear el marcador del encuentro y hacerse con la victoria ante su clásico rival, el Barça.
Sin embargo, esta derrota de los dirigidos por Pablo Laso no fue por cuestión de suerte y es que los merengues tienen mucho tiempo arrastrando serios problemas institucionales y deportivos, los cuales se han dejado ver fácilmente en el tabloncillo y han tenido fuertes repercusiones en los resultados obtenidos.
La primera razón de toda esta oscura situación que sufre el conjunto dirigido por Pablo Laso se debería a las complicaciones que ha tenido el Real Madrid en el mercado y es que sus dos incorporaciones han sido más un dolor de cabeza que una solución: Alberto Abalde, quien llegó proveniente del Valencia y no ha logrado aportar lo suficientemente necesario al cuadro blanco para conseguir las tan importantes victorias, y Carlos Alocén, quien regresó al quinteto vikingo después de su cesión en el Basket Zaragoza 2002 con más experiencia, sin embargo, solamente tiene 19 años, así que no se le puede exigir tanto.
Luego viene la situación con Facundo Campazzo, quien le dejó muy en claro al Real Madrid que seguirá jugando con ellos hasta que se abra el mercado de la National Basketball Association, mejor conocida como NBA, una situación que claramente ha llenado de miles de preocupaciones a todos los los integrantes del cuerpo técnico encabezado por Pablo Laso, ya que el argentino ha sido la pieza fundamental de la última fase de la era del entrenador español y ha figurado como el MVP de las dos últimas Supercopas, de la Copa del Rey y de la Liga Endesa de 2019.
Posteriormente, se ha visto que el Real Madrid no tiene la suficiente profundidad en su plantilla, ya que no dispone de jugadores que puedan darle minutos de descanso a Facundo Campazzo y a Walter Tavares, quienes lógicamente se cansan y dejan entrever que Garuba en el interior o la Laprovittola no terminan siendo las mejores opciones para sacar el partido hacia adelante.
En efecto, Pablo Laso se ha dado cuenta que la falta de rotación le ha estado pasando factura en los últimos encuentros y la ausencia de reemplazos en la posición de base y de pívot, las cuales son ocupadas por sus máximos referentes: Facundo Campazzo y Walter Tavares.