Kiko Rivera e Isabel Pantoja, que siempre han presumido públicamente de una unión casi indestructible, están atravesando por uno de sus momentos familiares más complicados. La confesión del Dj de la depresión que está sufriendo y la llamada de la tonadillera en directo reprochando a su hijo que hiciese públicos sus problemas de salud, han dejado la relación seriamente tocada.
Y es que, según han asegurado en «El programa de Ana Rosa», Isabel Pantoja está muy dolida con su hijo y la negativa de éste a hablar con ella, y sostiene que necesita mirar a los ojos a Kiko para saber si es verdad que lo está pasando tan mal como él mismo ha confesado. Unas palabras que dejan claro que la artista no acaba de creerse del todo la depresión que padece su hijo.
Hemos podido preguntar al hijo de Paquirri qué le parece que su madre dude sobre su dura confesión, pero Kiko, muy serio, prefiere no pronunciarse. Mordiéndose la lengua, el Dj tampoco desvela si es cierto que su hermana Chabelita le haya dejado 15.000 euros que ahora tendría que devolverle ni se defiende de las acusaciones de que habría usado el tema de la depresión para que no se hable de sus infidelidades a Irene.