Las lentejas son un plato muy conocido por todos nosotros y que se convierte en uno de los más ricos y apetecibles, sobre todo en épocas de frío. Son muy sencillas de hacer aunque no siempre nos queden como a la abuela. Seguro que al principio se te quemaban o se quedaban flotando en aceite, hasta que después cogiste el truco.
Si aun así, no consigues que te queden bien, hoy puedes conocer auténtica receta tradicional, la de toda la vida, la de la abuela, continúa leyendo y prepárate para disfrutar de este exquisito plato. ¿A qué te están entrando ganas de poner las lentejas a remojo y mañana preparar unas ricas lentejas?
4La receta tradicional
A día de hoy con las socorridas ollas express, no siempre se realizan las lentejas como ataño. Hay muchas personas que prefieren hacerlas a fuego lento, de manera tradicional, como las hacía la abuela.
Una vez tenemos los ingredientes, podemos ponernos a prepararlas. Recuerda que si por ejemplo, usas lentejas de tipo pardinas, no necesitarás ponerlas en remojo la noche anterior. Si por el contrario, usas las llamadas castellanas, debes ponerlas la noche anterior en remojo.
Al día siguiente, coge una olla para ir introduciendo todos los ingredientes. Picaremos cebolla, ajo y pimiento verde. Se pelan las zanahorias y los tomates. Si prefieres ponerlos enteros también puedes hacer, eso va según el gusto del cocinero. Incluso, hay personas que le quitan la piel, otra sin embargo, los lavan y los ponen tal cual.
Vamos a poner un chorro de aceite, las cebollas y el diente de ajo. Es el momento de sofreír durante aproximadamente 10 minutos. Añadiremos pimiento, tomate, zanahorias y una hojita de laurel. Lo removemos durante un par de minutos.
A continuación se ponen los huesos (jamón y caña) y el pimentón. Añade agua hasta cubrir la mitad de la olla. Dependiendo del agua que se añada nos saldrá mayor cantidad o menos caldo. Esto va al gusto; ya que hay personas a quienes les gustan muy espesas y otras les gustan caldosas.
Ponemos a herir el agua y de vez en cuando vamos quitando la espuma.Podemos añadir sal aunque con los huesos ya habrá suficiente sabor. Dejamos cocinar durante media hora. Procedemos a echar el chorizo y la morcilla. Dejamos al fuego una media hora más. En total, la elaboración suele estar en una hora. Es la diferencia con la cocina moderna, ya que en la olla rápida a presión en apenas 15 minutos las tienes hechas.