España saluda el alto el fuego en Libia y espera que sea respetado

El Gobierno de España ha saludado este viernes la firma de un acuerdo de alto el fuego permanente entre las partes enfrentadas en Libia y ha confiado en que sea respetado con «responsabilidad y buena fe» por todas las partes libias y los actores internacionales con influencia en el país.

En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación ha saludado el acuerdo de alto el fuego permanente que han firmado en Ginebra los participantes libios en la Comisión Militar Conjunta (JMC), en formato 5+5, y ha felicitado a la enviada especial de la ONU para Libia, Stephanie Williams, «por este importante paso para la paz y la estabilidad del país».

Tras esta firma, España ha confiado en que pronto se apliquen las medidas de confianza acordadas también entre las partes, incluidas la reanudación de las conexiones aéreas y terrestres en todo el país y el intercambio de prisioneros, y que la Compañía Nacional de Petróleo pueda volver a producir con seguridad en todo el territorio para beneficio de todos los libios.

El departamento que dirige Arancha González Laya ha reiterado el compromiso de España de apoyar a las autoridades libias y a la ONU en sus «esfuerzos para lograr una solución política y definitiva del conflicto que garantice la unidad y la integridad territorial de Libia».

Finalmente, desde el Ejecutivo español se ha hecho un llamamiento a todos los actores políticos libios, que se reunirán la próxima semana en Túnez en el marco del conocido como Foro de Diálogo Político Libia (LPDF), para que avancen en la senda de la reconciliación nacional.

Los contactos entre las partes se han intensificado desde que el Gobierno de unidad, reconocido internacionalmente, rechazara la ofensiva de Haftar, que cuenta con el respaldo de Egipto, Rusia y Emiratos Árabes Unidos (EAU). En las últimas semanas ha habido reuniones en Marruecos, Egipto y Suiza.

La propia Williams anunció recientemente que el 26 de octubre se reanudarían por videoconferencia las conversaciones políticas entre las partes –conocidas como LPDF–. Este proceso se reanudará cara a cara a principios de noviembre, según la evolución de la pandemia de coronavirus.

Libia vive sumido en el caos desde la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011. El conflicto actual enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, con sede en Trípoli, con el establecido en la ciudad de Tobruk, en el este, y sustentado por el general Haftar.

La duplicidad institucional en Libia se retrotrae a las elecciones parlamentarias de 2014, que dividieron las administraciones, sin que las asentadas en el este –anteriormente reconocidas por la comunidad internacional— y el Gobierno de unidad, surgido de un acuerdo en 2015, consiguieran pactar su unificación desde entonces.