El mundo del tenis vive una de sus mejores épocas gracias en gran parte a la competitividad que se ha desarrollado dentro del circuito y cuya representación máxima es esa lucha que se ha generado entre tres de los mejores deportistas, sin importar disciplina, que han existido sobre la faz de La Tierra. Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic son catalogados como el «Big 3» del tenis, pero es que los tres mantienen una fuerte batalla para determinar quien será catalogado como el mejor tenista de la historia.
Aunque a lo largo de la historia han existido muchos tenistas de una calidad superlativa, como Rod Laver, Pete Sampras, Andre Agassi, John McEnroe Björn Borg o Boris Becker, todos y cada uno de ellos ha ido quedándose en el camino ante el poderío ganador de ese «Big 3» tan bárbaro. Sin embargo, que hayan dejado en el camino a varios de los más grandes significa que la lucha se resume en ellos tres y justo ahora está en uno de sus momentos más cruciales. Con Federer y Nadal igualados en 20 Grand Slam, Djokovic ha quedado un poco retrasado; pero eso no le preocupa y justo ahora está claro que su motor es el de superar a todos y convertirse en el mejor de la historia.
Djokovic quiere ser el mejor de todos
En una buena entrevista para el medio serbio ‘Sportklub’, Djokovic no se puso con rodeos y dejó más que claro que su objetivo principal es el de ser reconocido como el mejor tenista de todos los tiempos, por encima de sus máximos rivales y de otros grandes. Hay gente a la que puede molestarle que desvele claramente mi gran ambición, pero me educaron para ser honesto. Hay personas a las que les gusta fingir, lo respeto. Pero yo soy así y digo claramente que mi objetivo es ser el mejor de la historia y que estoy trabajando para conseguirlo», comentó.
Con respecto a la presión que supone semejante reto que se plantea, el serbio es claro y alega que en el tenis todos los que aspiran a lo más alto deben aprender a convivir con esa dificultad. «La presión es algo inherente a mi vida profesional como deportista de élite. Todos aceptamos que la vamos a tener y debemos trabajar para que nos sirva de combustible y no como algo que nos frene y condicione negativamente», acotó.
El retiro aún está muy lejos
A Djokovic también le quedó algo de tiempo para hablar de un tema del que muchos huyen: lo cerca que está el retiro. En ese sentido dejó claro que si se despidiera hoy dejaría un gran legado, pero sus ansias de mejorar cada día, ese amor que siente cuando juega y lo mucho que le gusta tener la raqueta en sus manos, son algunas de las razones por las cuales sigue luchando y piensa que lo hará por algo más de tiempo.
«Podría poner punto y final a mi carrera mañana mismo y estaría satisfecho con todo lo que he conseguido, pero sigo disfrutando de la competición y me hace feliz tener una raqueta en las manos. Mientras eso sea así, seguirá jugando. Pero cuando estoy en el circuito tengo que tener grandes metas, ambición máxima, sentirme motivado, en definitiva, lo cual no tiene que ver con la presión», concluyó. Sin duda, Djokovic sabe que le queda menos, pero los retos se le siguen presentado y lo siguen motivando, justo ahora tiene Viena y las Finales de la ATP por delante; así que falta mucho para que eso que lo mueve se apague.