El ‘president’ de la Generalitat, Ximo Puig, ha defendido este jueves que el «confinamiento horario» o toque de queda que plantea el gobierno valenciano, de medianoche a 5-6 de la mañana, tenga el máximo consenso en España para que esté avalado jurídicamente. Si no hay acuerdo a nivel nacional, ha avanzado que el Consell estudia alternativas que puedan tener respaldo legal.
Mientras se reúne el Consejo Interterritorial de Sanidad, Puig ha insistido en que «hay que tomar decisiones», como ha trasladado durante toda la mañana a sindicatos, patronal y partidos políticos. Se trata de hacer un gran esfuerzo este mes para ver si podemos salvar la Navidad», ha expuesto en una entrevista en Onda Cero, recogida por Europa Press.
Aunque el toque de queda es un término que no le «gusta», ha abogado porque se aplique esta restricción en toda España para «acabar con los brotes asociados al ocio desregulado y a situaciones que ahora nos hacen daño», como el ocio nocturno o las reuniones familiares y de amigos.
«No me gusta lo del toque de queda: en la noche de Valencia no va a volver a haber tanques, habrá responsabilidad, policías, personas que trabajan por la seguridad de todos», ha enfatizado en relación a esta expresión que le recuerda al 23F.
POSIBLE MÁXIMO DE SEIS PERSONAS
Este «confinamiento horario» sería de doce de la noche a 5-6 de la mañana, un límite que está dispuesto a estudiar «para hacerlo más fácil a los ciudadanos». También se analizaría la posibilidad de establecer una restricción de las reuniones a un máximo de seis personas.
Preguntado por si es posible sin un estado de alarma general, Puig ha insistido en que necesita el máximo consenso y en que el Gobierno debe dar potestad a las autonomías para tomar decisiones de este calado. «Si no es así, estamos estudiando la posibilidad de hacer un confinamiento horario que pensamos que también puede tener respaldo jurídico», ha avanzado, porque «no hacer nada no es la opción».
El también barón socialista ha llamado a la lealtad institucional sin caer en «el viejo discurso de que la culpa de todo la tiene Madrid. Ha rechazado «hablar mal» de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, porque no es su estilo, pero ha criticado que miembros de este gobierno PP-Cs no tuvieran una posición unánime con el toque de queda. «Si estamos de acuerdo, ¿por qué confrontar?», se ha preguntado, y más tarde ha vuelto a aludir al «efecto aspiradora» de Madrid con la financiación.
También ha vuelto a defender la respuesta del Gobierno con los fondos extraordinarios de los últimos meses, comparando los mil rastreadores de la Comunitat con los 200 que tenía Madrid porque «hay que ver dónde se ponen los recursos». «No hemos hecho nada extraordinario, sino lo que humildemente teníamos que hacer», ha constatado.
Sin «ningún triunfalismo», ha alabado el sobreesfuerzo de los rastreadores y de los sanitarios para que la Comunitat se haya mantenido en una situación estable, aunque ha advertido que puede producirse un crecimiento exponencial como en Portugal. «Hay una certeza clara: la incertidumbre, hay mucho que se nos escapa».
Puig ha puesto en valor el buen arranque de curso en las universidades a pesar del brote en el colegio mayor privado Galileo Galilei ubicado en la Universitat Politécnica de Valencia (UPV), garantizando que aplicarán las multas anunciadas de hasta 30.000 euros para los asistentes a las fiestas ilegales. «No quiero satanizar ni estigmatizar a los jóvenes, la inmensa mayoría tiene una actitud ejemplar: no se trata de llevar al paredón a nadie», ha enfatizado, reconociendo que va en la naturaleza de la juventud.
«LA VIDA SIEMPRE VA ANTES QUE LA BOLSA»
En clave económica, ha destacado la «esperanza y ambición» que constató entre los empresarios este miércoles en el XIX Congreso de Directivos CEDE celebrado en Valencia con Felipe VI, pero ha rechazado el «falso dilema» de anteponer el dinero a la salud: «La vida siempre va antes que la bolsa.
Y a nivel nacional, ha valorado como «muy interesante» el cambio de postura del presidente del PP, Pablo Casado, al desmarcarse de la moción de censura de Vox en el Congreso: «Como ciudadano, me siento reconfortado en que el líder de la derecha camine más allá de la partitura de este tiempo».
El presidente valenciano, por contra, ha lamentado algunas declaraciones de esta semana que «afortunadamente nunca se habían oído». «Esa crispación no puede contaminar todo el paisaje político español», ha reivindicado, y se ha mostrado optimista en que la crisis sirva para abrir una etapa de unidad.