El presidente y consejero delegado de Jaguar Land Rover Iberia, Luis Antonio Ruiz, ha calificado como un «error garrafal» una eventual eliminación de la etiqueta medioambiental ‘Cero’ de la Dirección General de Tráfico (DGT) a los vehículos híbridos enchufables, ya que, en su opinión, «la transición al coche eléctrico pasa por esta tecnología.
En un encuentro con la prensa, el directivo señaló que este tipo de vehículos son «igual de competitivos» en circulación por ciudad que los modelos eléctricos, puesto que pueden circular por varios kilómetros sin emitir dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.
«Habría que penalizar a los usuarios que no utilicen el modo eléctrico de los híbridos enchufables en las ciudades, ya que son perfectamente compatibles con los sistemas de movilidad que están poniendo en marcha los ayuntamientos de las grandes ciudades», explicó.
Al mismo tiempo, afirmó que será posible que desde el sector del automóvil haya que «ceder» en cuanto a la etiqueta medioambiental ‘Eco’ de los modelos microhíbridos, que utilizan en la actualidad, para poder optar a que los híbridos enchufables mantengan el distintivo ‘Cero’.
«La posición de Anfac es que no se toque la etiqueta y que se consolide este mecanismo. Hay movimientos para intentar reclasificar, con un equipo estudiándolo, aunque cualquier cambio que se haga será consensuado con los fabricantes», explicó.
OBJETIVO «AMBICIOSO»
Por otro lado, el presidente y consejero delegado de Jaguar Land Rover aseguró que es «un poco ambicioso» el objetivo del Gobierno de contar con 250.000 vehículos en España para el año 2023 y señaló que se necesitarán «unos cuántos años» para lograr este volumen.
Así, apuntó que poco a poco los consumidores que puedan instalar un punto de recarga en sus domicilios irán confiando en esta tecnología más respetuosa con el medio ambiente, aunque señaló que esta transición a la electromovilidad requerirá unos años y subrayó que a lograr este objetivo contribuirá un plan estructural de apoyo a la adquisición de estos vehículos y a la infraestructura.
En esta línea, afirmó que desde la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) están solicitando al Gobierno que ponga en marcha un plan de incentivo a la compra de coches eléctricos (Moves III) con una dotación presupuestaria de 450 millones de euros que sirva para consolidar esta nueva tecnología.
Por otra parte, Ruiz apuntó que la postura de los fabricantes de automóviles se orienta a suprimir el impuesto de matriculación y a poner en marcha un nuevo sistema fiscal que fomente el pago por uso del vehículo y no la compra del mismo.
«Lo que estamos proponiendo al Gobierno es un pago por uso y que los coches que más contaminen sean los que más paguen. Los modelos más antiguos, que son los que más contaminan, deberían pagar más impuestos, lo que serviría para aumentar la recaudación en comparación con el impuesto de matriculación y se ayudaría a la transformación ecológica», finalizó Ruiz.