El neerlandés Memphis Depay era el gran fichaje del Barcelona para esta temporada. Pero lamentablemente los números no dieron y la directiva tuvo que ver como se frustraba la llegada del delantero del Lyon, que esperó hasta el último segundo del mercado de fichajes para a hacer maletas y marcharse, pero al final la salida de Dembélé no se fraguó y esto terminó por congelar la transacción. Koeman lo esperaba con ansias y ahora deberá jugar todo el invierno sin el centrodelantero que quería.
Los medios en Francia revelaron cada uno de los detalles de la operación que tenía la directiva culé junto a la francesa para concretar la compra-venta de varios jugadores. Según reveló France Footbal los jugadores involucrados eran Ousmane Dembélé, Memphis Depay e Islam Slimani, pero el extremo culé no quiso las condiciones de su salida y prefirió mantenerse en el Barcelona a sabiendas que las oportunidades con Koeman no serían muchas. El medio galo aseguró que el destino de los tres jugadores estaba marcado y relacionado a pocas horas de cerrarse el mercado de fichajes y al no moverse una pieza, las otras tampoco lo hicieron. Hubo un momento que parecía que la operación se cerraba, pero resultó ser un espejismo.
Dembélé frenó a Depay
Pues sí la negativa de Ousmane Dembélé fue lo que echó para atrás el fichaje del delantero holandés. Esto puso al Barcelona en aprietos, dado a que los culés no contaban con un plan B para tapar el hueco que dejó Luis Suaréz con su salida. En la información que da France Football ya para el lunes 5 de octubre todo estaba virtualmente cerrado entre ambas partes. Pero 48 horas antes el Barcelona junto al Manchester United tenían conretado el pase de Dembélé. Este movimiento hubiese permitido a los culés deshacerse de un gran sueldo además de liberar espacio y dinero para fichar a Memphis Depay.
Lamentablemente este escenario no se dio y el extremo francés tuvo que seguir en el Barcelona y con esta traba era casi imposible que Depay se vistiera de azulgrana, ya que actualmente los problemas económicos y financieros no permitían sumar un gran sueldo la plantilla catalana. Eran vital la salida del francés para que los números cuadraran y no ocasionar una debacle financiera en un momento político y deportivo muy delicado en la gestión de José María Bartomeu.
Faltó la firma de Dembélé
El pasdo 5 de octubre, a las 19.00 horas los documentos de la operación eran enviados a los jugadores para que firmasen su conformidad. La clave estaba en Dembélé. Su firma era la única que estaba en duda. A las nueve de la noche de aquel lunes, Dembélé informó, según ‘France Football’, que no tenía ninguna intención de dejar el Barcelona. Algo parecido a lo que sucedió en 2019, cuando también se negó a fichar por el PSG para facilitar el regreso de Neymar.
Esto pone al extremo galo en una situación delicada tanto para el entrenador Koeman como para la directiva, ya que ahora deberá rendir lo que se espera de él. Aunque está la posibilidad de salir de él en el mercado invernal. El problema es que el jugador desea poder convencer de que su fichaje no fue un fracaso y que todavía puede aportar el fútbol que tanto se espera de él.