La Sala Jorge Coci del Edificio Paraninfo de la UZ acoge desde este miércoles la exposición ‘Grabadores extranjeros en los libros del Siglo de Oro’, que se podrá visitar hasta el 1 de febrero de 2021, ha informado la institución en una nota de prensa.
Han inaugurado la muestra la vicerrectora de Política Científica, Blanca Ros; el director de la Biblioteca de la Universidad de Zaragoza, Ramón Abad; y la directora de la Biblioteca General y comisaria de la exposición, Paz Miranda.
Esta exposición forma parte del programa ‘Un espacio para el libro’ y tiene como fin difundir este episodio del grabado en España en relación con la historia del libro.
Con esta exposición, que coincide en el tiempo con el Día de las Bibliotecas, que se celebra el próximo sábado 24 de octubre, se busca, según Ramón Abad «mostrar elementos que permitan profundizar en el conocimiento de la cultura y la sociedad del Barroco, a travésde los mensajes y los códigos visuales que aparecen en las imágenes, y poner en valor los grabados que se encuentren en el patrimonio bibliográfico de la Biblioteca de la UZ.
La exposición reúne 44 documentos que corresponden a ediciones fechadas entre 1609 y 1653, que contienen los ejemplos más destacados que conserva la Biblioteca General de la producción de once grabadores de origen flamenco y francés.
Entre los grabadores solo se encuentra una mujer, María Eugenia de Beer, hija del pintor Cornelio de Beer, una de las pocas mujeresgrabadoras de la época y primera en la corte española. Hay una abrumadora mayoría de ediciones madrileñas y de forma marginal ediciones de otros centros de impresión, entre ellos cuatro obras salidas de las prensas zaragozanas.
El recorrido expositivo se organiza en torno a los nombres de los grabadores, según una aproximación cronológica acorde con las fechas en las que vivieron o estuvieron activos.
Paz Miranda ha destacado el atractivo visual de esta exposición y ha hecho un recorrido por el contenido de los grabados, que cuenta con diferentes tipos de imágenes como las portadas, especialmente los característicos frontispicios arquitectónicos, que constituyen el grupo más numeroso.
También los retratos, de los que se expone una representación de reyes, nobles religiosos y escritores, destacando el retrato de Góngora abierto por Juan de Courbes, de gran importancia por ser la primera copia conocida de una obra de Velázquez; las estampas deinterior, en menor medida, puesto que fueron escasas en la imprenta del Barroco y se destaca el grabado de Schorquens que representa la llegada de Felipe III a Lisboa. Asimismo, hay varios escudos.
Los emblemas, otro de los grandes apartados en la ilustración del Barroco, se han descartado puesto que ya fueron protagonistas de una exposición que tuvo lugar en la misma sala, en el año 2016.
SAN FRANCISCO DE BORJA
Las tres vitrinas-armario que presiden la sala se han reservado para mostrar el retrato de San Francisco de Borja, abierto por Herman hacia 1631 como lámina suelta, y reeditado para ilustrar una edición posterior sobre la vida del santo; el retrato de Felipe II, realizado por Pedro Perret para Filipe Segundo, Rey de España (1619), que muestra al monarca luchando contra los herejes.
También, el grabado ‘Exaltación de la eucaristía’ de Alardo de Popma, que pertenece a la obra de Melchor Prieto Psalmodia eucharística (1622), un trabajo de colaboración entre varios grabadores y uno de los proyectos editoriales ilustrados más ambiciosos en la España de la época.
Finalmente, Blanca Ros ha agradecido la labor de los bibliotecarios de la UZ, que han trabajado incansablemente para permitir que estudiantes, profesores e investigadores pudieran seguir desarrollando su trabajo, de manera no presencial, manteniendo la actividad de las biblitotecas de cada centro universitario.