Un padre es siempre la viva imagen de la preocupación. ¿Qué es lo mejor para un hijo?, ¿cómo cuidarlo?, ¿qué hacer que crezca sano?, ¿cómo evitarle riesgos y peligros? Un quebradero de cabeza que no se termina nunca. No hay una fórmula única y definitiva, ni una receta que garantice una infancia feliz y saludable. Cada uno es cada uno y sus circunstancias, y cada niño tendrá sus peculiaridades.
Nadie será lo suficientemente osado como para ofrecer una respuesta definitiva para garantizar la salud de un niño. No obstante, un grupo de científicos de la Universidad de Australia Sur acaba de presentar una “receta” para conseguir que los niños crezcan con unos huesos fuertes y saludables. Algo es algo.
3Un problema de salud pública
“Para este estudio”, prosigue el doctor, “hemos analizado los factores interrelacionados de la actividad física, el tiempo necesario de sedentarismo y el sueño. Lo difícil era encontrar una combinación que constituyese el balance perfecto”.
Según el doctor, el tiempo asignado a dormir, a la actividad física y a estar sentado es el “óptimo” para fortalecer la salud de los huesos. Tal y como ha descubierto el equipo, si se consigue aplicar esta combinación de actividades el crecimiento de los huesos será mucho mejor antes de los 18-20 años. Y es que es a esa edad cuando los huesos alcanzan su punto de máximo crecimiento.
“Optimizar la salud de los huesos de los niños es clave para protegerlos contra la osteoporosis”, afirma Dumuid. “Esa es precisamente la principal causa de fracturas de huesos en adultos. Y es, además, un problema de salud pública que acarrea considerables gastos sociales y económicos”.