Concha Velasco es una de nuestras actrices más incombustibles y, a punto de cumplir 81 años, estrena nueva obra de teatro, «La habitación de María». Dirigida por Manuel Velasco, la mítica «chica yeyé» repite a las órdenes de su hijo después del éxito de «El funeral». La vallisoletana, genio y figura, regresa a los escenarios del Teatro Reina Victoria para demostrar que aún le queda mucho camino por recorrer y que, por el momento, no tiene intención de retirarse de la profesión que tanto ama.
La veterana actriz y su hijo Manuel nos conceden una entrevista en la que nos hablan de su nuevo proyecto, de una hipotética retirada de Concha y de lo que necesita ella el escenario para mantenerse activa.
– PREGUNTA: Una alegría poder presentar la obra de teatro en estos momentos.
– MANUEL: Una alegría cuando el público venga y le guste. Hemos trabajado mucho en esta función, es la obra en la que más hemos trabajado, nos pilló la pandemia y tuvimos mucho tiempo para escribir el texto, para leerlo, aprenderlo, ensayarlo, han sido casi nueve meses preparando esta función. La alegría será cuando el público venga al Reina Victoria.
– PR: Concha cómo te sientes cuando escuchas a Manuel, como ha escrito esto para ti, es admiración que siempre tiene.
– CONCHA: Ya has visto, cuando habla Manuel le miro como tonta. Tiene razón, esta obra está hecha para el público y además es una obra hecha con mucho cariño. Queremos que en Madrid vengan a vernos y que se pase ese miedo que hay, en el teatro no pasa nada. En el teatro es en sitio en el que se puede estar mejor, La Habitación de María es una obra llena de humor, cultura* se habla mucho de cultura. La cultura no es una cosa súper seria, lo que no se puede hacer es reírse de la gente pero también se puede hacer reír.
– PR: En vuestro caso los meses más duros de confinamiento, qué es lo que os salvó de estar encerrados en casa.
– CONCHA: Yo la verdad es que lo pasé mal porque a mí lo de estar encerrada no me gustaba, me caí y me partí un brazo. Eso es lo que más me duele en este momento, tengo que escribir a máquina, tengo muchas cosas que hacer con el brazo y es lo más doloroso. Que pase pronto este 2020 y que me haga abuela Manuel.
– PR: Pero no lo has llevado tan mal, diste positivo, lo habías pasado.
– CONCHA: Sí, tengo que volver pero no me dejan ahora. Me tienen que sacar líquido de la cadera pero no me dejan ir al hospital. Tengo dos hijos que no me dejan, me protegen y para bien. Yo veo en la tele que hay padres maltratados por los hijos, abandonados por los hijos, no es mi caso, tengo dos hijos maravillosos.
– PR: Y un nieto que siempre lo mencionas.
– CONCHA: Sí, pero al que no puedo ver por esto de la pandemia. Yo le he puesto una habitación, hemos convertido la habitación de Manuel en la habitación de Rosa, una amiga. 80 años me parecía la cosa más maravillosa y me he dado cuenta de que cumplir 80 años en este momento es lo peor que te puede pasar, se lo puedes pegar a todo el mundo. Yo estoy encantada de la vida pero a mí esto no me ha sentado bien.
– PR: Pero mañana viene toda la familia a ver el estreno, será una reunión diferente, en un teatro maravilloso.
– CONCHA: Mañana viene toda la familia pagando las entradas, al teatro hay que ir pagando, cuesta mucho. Hay entradas más baratas, para grupos… pero esa manía que tiene la gente de dame dos entradas… yo digo me da usted dos filetes. Ni en mi peluquería, ni en mi pescadería ni en mi carnicería me piden nunca entradas, saben que yo para mi familia que es lo más importante he comprado las entradas. De qué pagaría el señor Cimarro a todos los empleados si tampoco tiene ninguna ayuda de nadie, perdonarme que os diga eso pero que hay que comprar entradas, no son tan caras.
– PR: De vez en cuando se habla de que Concha se retira pero ese día no llega nunca.
– MANUEL: Que llegue cuando ella quiere que llegue. Las personas mayores y desgraciadamente este año lo hemos visto, cuando peor se sienten es cuando más solitas están en su casa, el ser humano tiene que ser útil siempre, desde los 0 hasta los 100 años, el sentirse útil con uno mismo es lo que hace a la gente las ganas de vivir. El reino de mi madre es el escenario, las tablas, el cariño del público, es la artista más querida de España, ella renace con el cariño del público. Mientras ella esté tan maravillosa como está, con la cabeza tan bien puesta y con un equipo que la arropa, qué necesidad. No sigue haciendo películas Woody Allen* de verdad si Jonh Lenon viviera querría usted dejar de escuchar canciones de él, usted quiere perderse a Concha Velasco en el escenario.
– CONCHA: Qué bien lo dice. Quiere usted perderse Nuria Espert, Julia Gutiérrez Caba… Manuel lo dice porque el otro día un periodista me dijo ¿Y cuándo se va a retirar usted? Si yo saliera a cantar en minifalda o desnuda al escenario intentando cantar La chica Ye-ye, estoy a ver si se la aprende mi nieto, finge que se la sabe pero no, la que sí se la sabe es la hija de Buenafuente que es mi nieta ‘postiza’. Mientras yo tenga la capacidad de salir al escenario y hacer un texto, por qué lo voy a dejar.
– PR: Dejaste Cine de Barrio para tener más tiempo para el teatro.
– CONCHA: No, yo he dejado Cine de Barrio porque el día que tenía que ir a hacer el nuevo programa yo estaba en la cama porque me habían pegado la pandemia. Para un día que bajo a un restaurante, se me acercó el violinista ese y bueno me la pegaron. Como en esta función hay un incendio, no solo se descansa los lunes, yo no puedo venir como el año pasado en avión, tren* lo he hecho porque creo honradamente que debía hacerlo. Me consultaron quién me parecía a mí y me pareció perfecto lo de Alaska.
– PR: ¿Lo propusiste tú?
– CONCHA: No, me propusieron varios nombres y yo dije que Alaska era la mejor, es una chica muy preparada, muy maja* pero te diré que no he vuelto a ver Cine de barrio, me duele, han sido tantos años* Sé que ella lo hace muy bien, hace muy bien todo lo que hace, es amiga mía y la quiero. Ella y su marido son sabios, me da pena, igual podría haber esperado un año más, pero bueno me voy antes de que me echen. Cuando llamé a Toñi Prieto, que es la jefa, me dijo no me digas eso.