Investigadores estadounidenses han estimado que el coste de no acabar con la tuberculosis (TB) para 2030 será de 3 billones de dólares y más de 28 millones de muertes. Esta es la primera estimación de las pérdidas de ingresos totales debidas a la mortalidad por tuberculosis en 120 países de 2020 a 2050.
El estudio estimó la esperanza de vida eliminada por causa en 165 países, de 2020 a 2050, si las muertes por tuberculosis disminuyeran un 2 por ciento anual. Se estimó el aumento de la esperanza de vida si se cumplía el objetivo de mortalidad por tuberculosis en 2030 frente a 2045. Para ello, monetizó el aumento de la esperanza de vida empleando el enfoque empleado por primera vez en la Comisión para la Inversión en Salud.
El estudio modela una serie de escenarios. Terminar con la tuberculosis en 2030, 2045 y 2050. El coste económico y humano de no acabar con la TB según el objetivo de las Naciones Unidas para 2030 y, en su lugar, la fecha más probable de 2045, será del orden de unos 3 billones de dólares. Esta cifra incluye las pérdidas en el crecimiento de los ingresos y el valor social de unos 5,7 millones de muertes evitables por tuberculosis en 120 países.
Sachin Silva, de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), ha explicado que si no se logran los objetivos del programa ‘End TB’ para 2030, las repercusiones económicas serán devastadoras para los países con una alta prevalencia del VIH y la tuberculosis, especialmente en el África subsahariana.
Silva ha detallado que el COVID-19 ha hecho ciertamente del año 2045 el escenario más probable, sugiriendo que incluso un breve cierre de los programas de tuberculosis debido a la pandemia del SARS-CoV2 es probable que tenga consecuencias epidemiológicas y económicas calamitosas.